Milenio
Madrid vive hoy su tercer día de huelga general decretada por los trabajadores de limpieza, que protestan por la imposición de las empresas concesionarias de un Expediente de Regulación de Empleo que dejará sin empleo al 35 por ciento de la plantilla.
Hacía muchos años que a la capital de España no se le veía tan sucia, sobre todo en la zona del Centro que es precisamente a la que más turistas acuden. Pero los 5 mil barrenderos tiene claro que van a defender “como sea” sus puestos de trabajo.
El secretario general del sindicato Comisiones Obreras, Jaime Cedrún, pidió a la alcaldesa del conservador Partido Popular , Ana Botella, “que salga del relaxing” e intervenga en el conflicto que, de no pararse, “puede adquirir tintes de radicalización”.
El sindicalista señaló que no se trata únicamente de mil 400 despidos porque “en los procesos de ajuste ya se han perdido más de 600 empleos en el Ayuntamiento de Madrid”.
“Lo que está ocurriendo ahora es un cambio de la política por parte de la señora Botella, que ha cambiado el tipo de contratos y está permitiendo que las empresas a su vez cometan la salvajada que quieren cometer”, explicó Cedrún.
“Desde aquí quiero reclamarla que intervenga, que salga del relaxing, porque tenemos un problema muy serio en Madrid en materia de limpieza viaria, un conflicto que, de no pararse, evidentemente puede adquirir tintes de radicalización, que sin duda nosotros no compartimos”, manifestó.
Sin embargo, Botella, quien es esposa del ex presidente José María Aznar, manifestó que si la ciudad está en “malas condiciones” en materia de limpieza es por los “actos vandálicos” que se han desarrollado en los tres días de huelga.
“Los sindicatos deben respetar las condiciones de una huelga legal, no deben hacer actos vandálicos que a quienes están perjudicando es a los madrileños y, en segundo lugar, deben respetar el cumplimiento de los servicios mínimos y, en tercer lugar, no deben hacer un destrozo como hicieron anoche de destruir y quemar contenedores y destruir coches particulares. Los madrileños deben volver su vista a aquellos con actos vandálicos están destruyendo determinados lugares en la ciudad de Madrid”.
La policía ya ha identificado a 28 trabajadores que supuestamente habrían cometido actos vandálicos, es decir, quemar botes de basura y arrojar ésta a las calles.
Botella insiste, además, que el conflicto no es cosa del Ayuntamiento sino de las empresas concesionarias y los trabajadores.
Por lo pronto, a los madrileños les ha venido a la mente la huelga de basureros del año 1993, misma que duró un mes y que literalmente tapizó de basura a la capital de España.