Por Fernando Castillo
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que el socavón de Santa María Zacatepec, localidad de Juan C. Bonilla, no fue provocado por la sobre explotación del acuífero del Valle de Puebla, como lo denunciaron integrantes del movimiento por la defensa del agua en esta región.
La Conagua entregó al gobierno del estado de Puebla la opinión técnica sobre las condiciones geohidrológicas en la zona del socavón que se produjo en la localidad de Santa María Zacatepec, mismo que fue elaborado por la Dirección General del Organismo de Cuenca Balsas con estricto apego a evidencia técnica y científica, en el que concluyó que la causa posible de este fenómeno geológico, es un proceso natural de disolución de rocas calcáreas.
“Con base en los estudios de disponibilidad del acuífero y la actualización de su disponibilidad publicada en el Diario Oficial de la Federación el 17 de septiembre de 2020, el acuífero del Valle de Puebla cuenta aún con disponibilidad, con lo cual se concluye que el acuífero no se encuentra en condición de sobreexplotación y mucho menos que ésta pueda ser la causa del accidente geológico del socavón”, apuntó la dependencia federal en un comunicado.
De acuerdo con la información geológica del sitio, existen elementos que sugieren el proceso de formación de cavernas o dolinas, el cual obedece a un proceso natural de disolución de las rocas calcáreas, las cuales eventualmente pueden colapsarse u obstruirse en forma natural y abrirse posteriormente.
Asimismo, la Conagua refiere que en la zona del socavón, el agua subterránea tiene mayor temperatura que en el resto del acuífero, lo que sugiere el ascenso de las aguas profundas hacia el acuífero superior.
Según el estudio científico de la dependencia federal, la verificación realizada en fechas recientes de los niveles piezométricos del acuífero en la zona del socavón, los niveles estáticos se mantienen estables, similares e inclusive en algunos casos por arriba a los reportados en estudios anteriores.
Lo anterior indica que no existe evidencia de abatimiento del acuífero; es decir, no existen elementos para establecer una relación causal del fenómeno de hundimiento a partir del proceso de variación de niveles del acuífero.
Foto: Sedena