Reportan 6 muertos por enfrentamientos en Nochixtlán… y Cué de fiesta

El saldo por los enfrentamientos entre policías y maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en Nochixtlán es hasta el momento de seis muertos, más de 50 heridos, 21 detenidos, 12 vehículos quemados, entre ellos cuatro autobuses de pasajeros, saqueos de centros comerciales, un palacio municipal incendiado y otro tomado, así como el despliegue de miles de fuerzas federales, sobrevuelos y sirenas de ambulancias.

A cinco meses y 10 días de que el gobernador aliancista (PAN-PRD) Gabino Cué deje el cargo al priista Alejandro Murat Hinojosa, su administración terminará bañada en sangre, rociada de gases lacrimógenos y en la ingobernabilidad.

Mientras que las policías Federal y Estatal reprimían a maestros y padres de familia en el Istmo de Tehuantepec, Cué Monteagudo se encontraba de fiesta.

El mandatario se divertía en el Jardín Etnobotánico junto con su homólogo de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, en la boda de Rafael Navarrete Quezada y Alicia Rueda. Sin embargo, seis muertos y más de 50 heridos le aguaron la tornaboda.

Durante las últimas 48 horas, maestros y padres de familia que se oponen a la reforma educativa, exigen la libertad de sus presos políticos y la presentación de los 43 normalistas de Ayotzinapa, fueron desalojados en Zanatepec, Ixtepec, Salina Cruz, Huitzo, Hacienda Blanca y Nochixtlán, sin que el gobernador dé la cara o al menos informe de los enfrentamientos.

El olor que se respiraba este sábado era de fiesta, de despilfarro, de júbilo, sin importar que a unos metros se encuentra el campamento del plantón de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE-CNTE), cuyos integrantes libraban otra batalla más contras las fuerzas públicas en el puerto de Salina Cruz.

Nada alteraba el festejo del secretario de Obra Pública del estado de Guerrero y exdelegado de la SCT en Oaxaca, Rafael Navarrete Quezada, acusado de presuntos actos de corrupción, al que fue invitado Cué Monteagudo, quien vestía un traje azul oscuro, una camisa blanca y una corbata azul que le hacía juego.

Cué, quien se ha definido como “demócrata” y “humanista” ha abandonado al estado y prefiere promoverse en la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).

El gobierno oaxaqueño ha guardado silencio. En sus comunicados sólo ha dado a conocer “la localización de un camión con reporte de robo, la confiscación de una arma de fuego, y lo que es peor, prefirió difundir la edición 2016 del certamen Miss Earth Oaxaca.

Ante tal abandono, maestros, organizaciones y en redes sociales circularon comentarios donde piden la renuncia del gobernador Cué y del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer.

Mientras que el arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, manifestó su preocupación “por lo que está pasando en nuestro estado, en distintos focos (Istmo, Mixteca y Valles Centrales) donde ha llegado la violencia”.

El purpurado pidió que “paremos la violencia, la injusticia, la corrupción y la impunidad. Es triste y grave lo que nos pasa. La violencia siempre es camino equivocado para solucionar los conflictos porque genera más violencia, divide, radicaliza y envenena la mente y corazón, daña a inocentes y tarde o temprano lleva a desastres sociales”.

Con información de Proceso.

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