Por María Flores
El saldo del primer año de la pandemia de Covid-19 para el sector restaurantero es de 310 negocios cerrados, de los cuales 62 bajaron cortinas de manera definitiva.
Además, se registró la pérdida de 4 mil empleos formales en el estado de Puebla, de acuerdo con el reporte de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
A decir de su presidenta, Olga Méndez Juárez, este sector económico fue uno de los más golpeados por el confinamiento y la parálisis en las actividades económicas.
Destacó los dueños de restaurantes padecieron al no poder ofrecer el servicio en mesa para contrarrestar la propagación del coronavirus, así como por la inactividad de otras áreas, principalmente la educativa.
La empresaria refirió que las fondas o restaurantes más afectados son los que forman parte de los corredores universitarios, cuyos propietarios decidieron cerrar de manera definitiva, en virtud de que las instituciones educativas llevan un año sin actividad.
En el balance hecho por la Canirac, sobresale que el 20% de los cierres fue definitivo y el restante 80% está a la espera de que existan mejores condiciones para regresar a la nueva normalidad, quizá con la reapertura de las universidades, tal es el caso de pequeñas loncherías y cocinas económicas.
La proyección de la cámara es recuperar ingresos durante el primer semestre del año, tras la reciente actualización del decreto que permite a la industria de alimentos preparados poder operar los domingos con cierre a las 17:00 horas y ampliar la estancia de cuatro a seis comensales.