Por Angélica Tenahua
Más de 170 mil personas se congregaron en las principales calles del Centro Histórico con gran devoción se dieron cita a partir de las 08:00 horas comenzaron a colocar sillas para presenciar la Procesión de Viernes Santo, de las más importantes a nivel estatal.
Con tambores, matracas y cánticos, se realizó la XXVII Procesión de Semana Santa, donde las imágenes de Nuestra señora de Dolores, de la Soledad, Señor de las Tres Caídas, Jesús de Nazareno y Señor de las Maravillas, llegaaron una para ingresar al atrio de La Catedral para después salir a la Precesión.
En su mensaje el Arzobispo de Puebla Víctor Sánchez Espinosa llamó a los feligreses a reflexionar durante el recorrido acerca de que Jesús dio su vida por la salvación de la humanidad.
“El dolor de Cristo nos redime, nos hace más humanos”, exclamó minutos antes de que iniciara el recorrido.
La Procesión salió por la entrada principal de La Catedral con la imagen de la Virgen de la Soledad, además de ser encabezada por el arzobispo del estado Víctor Sánchez Espinosa, así como el rector de la UPAEP, Emilio Baños Ardavín y Arquelogo Eduardo Merlo.
Con aplausos; confeti, los poblanos y turistas algunos en sillas, bancos y otros desde los blacones gritaban “viva Jesús”.
A lo largo de la procesión, los creyentes adornaron paredes, balcones con banderas blancas y moradas que representa el luto para los católicos, asimismo al paso de las imágenes las rociaban con confeti, pétalos de rosa o papeles.
En una segunda reflexión en el Santuario de Guadalupe Víctor Sánchez señaló que es un día de reflexión y no de dolor.
Finalmente la Procesión se dirigió a la calle Reforma para llegar a Catedral.
Cabe resaltar que no se contó con la presencia del alcalde Luis Banck Serrato y de ningún actor de la clase política.