Milenio
Ciudad de México • El secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, señaló que la iniciativa de reforma hacendaria ya no está en manos del Ejecutivo, sino del Legislativo, y el gobierno federal está abierto al diálogo en torno a aquellas modificaciones que contribuyan a tener un sistema más competitivo, más simple y más justo.
Ello, aclaró el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, sin perder la progresividad de este sistema que implica en muchos casos también eliminar los privilegios.
En entrevista con Denise Maerker, para Radio Fórmula, sobre los cuestionamientos a la reforma por parte de diversos sectores productivos y partidos políticos, el funcionario aseguró que el gobierno federal está abierto al diálogo con las distintas voces que han manifestado objeciones a la iniciativa.
Refirió que el miércoles tuvo una reunión con representantes del Consejo Coordinador Empresarial, “donde escuchamos muy diversos planteamientos y no es la primera reunión que hemos tenido”.
Reiteró que discutir impuestos en democracia siempre es controversial, y la propuesta es de carácter social, que busca no afectar a las grandes mayorías y ser progresiva, es decir, que paguen más impuestos quienes más ganan, y en este esfuerzo “es natural que se tengan resistencias muy claras”.
“Pero sin duda alguna, la iniciativa ya no está en manos del Ejecutivo, sino del Legislativo, y no tengo la menor duda de que podrá sufrir modificaciones para mejorarla, para adecuarla, y el gobierno habrá de respaldar aquellas que contribuyan a tener un sistema más competitivo, más simple, más justo”, aseguró.
Sobre el comportamiento de la economía mexicana, Videgaray Caso reconoció que se vio afectada tanto por factores internos como externos este año, pero que las perspectivas del crecimiento son buenas, “pues analistas ven un crecimiento cercano al 4.0 por ciento en 2014”.
“México crece menos de lo que debería, pero esperamos un mejor segundo semestre” este año, señaló el titular de la SHCP.
Precisó que se registra una desaceleración mundial marcada en economías emergentes, como en Brasil, Rusia, Turquía, Sudáfrica, y que inició en 2012.
En cuanto a factores internos, argumentó que influyó en parte que este año es de cambio de gobierno. “El presupuesto se aprobó en los últimos días de diciembre pasado por cambio de administración, lo que explica que en los primeros meses se tiene un ejercicio menor, pero que se compensa al final del año”, aseguró.
Sobre la política de vivienda, dijo que el gobierno federal apoya a la industria, pero no está dispuesto a financiar con fondos públicos vivienda en lugares remotos, sin acceso a servicios básicos, muy lejana a las fuentes de trabajo.
“Tenemos un problema de vivienda abandonada construida recientemente, porque es un modelo de desarrollo urbano y de vivienda que no está funcionando. Eso tiene que detenerse y eso ha afectado en particular a tres empresas grandes, pero hay que decir una cosa, la situación financiera de estas empresas lleva dos años siendo muy delicada”.
Dijo además que el precio de las acciones en bolsa de esas empresas ya era bajo al inicio de la actual administración federal.
“Había tal vez la expectativa del mercado de que el nuevo gobierno utilizaría fondos públicos, de los impuestos de los mexicanos, para salvar a estar empresas, cosa que en opinión del gobierno hubiera sido francamente incorrecta, no se hizo”, destacó.