Ocho muertos en un atentado en Colombia

Al menos ocho policías colombianos fueron asesinados ayer en una emboscada con explosivos en San Pedro de Urabá, en el departamento de Antioquia (noroeste), informó la institución.

Los agentes acompañaban a funcionarios de la Unidad de Restitución de Tierras cuando fueron emboscados en el caserío de El Tomate, agregó la policía en un comunicado en el que señaló que los fallecidos son un subintendente y siete patrulleros.

El saldo parcial es de ocho policías muertos y un vehículo de la institución afectado por la detonación de un artefacto explosivo”, precisó la información.

Aunque se desconocen los autores del ataque, en la región de Urabá, que limita con Panamá, operan diferentes grupos, entre ellos el Clan del Golfo, la mayor banda criminal del país de origen paramilitar, señaló la policía.

Las autoridades rechazaron el ataque, que calificaron de “acto terrorista” y expresaron sus condolencias para las familias de los fallecidos.

Rechazo totalmente el cobarde ataque”, escribió el jefe de Estado, Juan Manuel Santos, en su cuenta de Twitter, donde aseguró que “vamos con absoluta contundencia tras los responsables de estos actos”. El Ejército y la policía pusieron en marcha una operación en zonas rurales y urbanas de San Pedro de Urabá en busca del grupo armado que perpetró el ataque.

El Clan del Golfo, que se hace llamar Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), nació tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en 2006 y se convirtió en la banda criminal más buscada del país, dedicada al narcotráfico y la minería ilegal, principalmente.

En septiembre pasado la banda, liderada por Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, anunció su intención de someterse a la justicia.

CASO DE PERIODISTAS

Por otro lado, el gobierno colombiano aseguró ayer que no encontró elementos para determinar la autenticidad del comunicado en el que supuestos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) informan de la muerte del equipo periodístico del diario ecuatoriano El Comercio, secuestrado en marzo pasado.

“Hemos hecho el análisis e inteligencia de ese texto firmado por un supuesto Frente Oliver Sinisterra de las FARC y no hemos podido encontrar ningún elemento que permita afirmar que es auténtico”, dijo en una conferencia de prensa el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.

Ayer circuló un comunicado aparentemente firmado por las disidencias de las FARC en el que aseveran que “los gobiernos de Ecuador y Colombia no quisieron salvarle la vida a los tres retenidos y se fueron por la vía militar”.

El gobierno de Ecuador, por su parte, manifestó que verifica la información para establecer la situación del equipo formado por el periodista Javier Ortega, de 36 años; el fotógrafo Paúl Rivas, de 45, y el conductor Efraín Segarra, de 60.

Éstos fueron secuestrados en la zona de Mataje, en la provincia de Esmeraldas (noroeste), donde recababan información sobre ataques recientes.

Con información de Excélsior 

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