Macron Fortalece a Europa frente al Brexit

Por: Pascual Raúl Zárate Gil

Aquí Puebla, desde Londres, a 31 de Mayo 2017.- El pasado miércoles Theresa May, la primer Ministra de Gran Bretaña, presentó su programa gubernamental para competir en las elecciones anticipadas que tendrán lugar en Junio. Éste programa fue el último presentado en relación con los otros partidos grandes que competirán , por un lado “El Laboralista” y el Liberal Demócrata”. El plan de gobierno responde a las elecciones que decidirán el curso del Reino Unido por los próximos 5 años, pero el tema de mayor trascendencia en juego será la elección del embajador especial y la postura que tomará para las negociaciones con la Unión Europea para definir los términos y condiciones en que se configurará la nueva relación social, política, económica y diplomática de Gran Bretaña u Europa.

Los planes de gobierno de los tres partidos principales difieren mucho en algunos temas, pero en otros existen mayores discrepancias en su perspectiva. Con referencia al referéndum sobre el Brexit, todos prometen respetar el referéndum ya llevado acabo. De igual manera buscan todos obtener beneficios del Mercado Unico y la Unión Aduanera o en su caso salir de ella, pero buscar un acuerdo que beneficie a la isla en ese renlgón.

En materia de migración, Theresa May demostró una postura más dura, conservadora y cerrada hacia los migrantes para imponer mayores límites, los cuales van desde mayores aportaciones al sistema de seguridad social; así como poner una carga de 2,000 libras para patrocinar a trabajadores extranjeros en empresas que deseen emplearlos. Los Liberales son los únicos que demostraron una postura más flexible, al apoyar los esquemas migratorios actuales.

En el ámbito fiscal, existen posturas más divididas. Los Conservadores buscan un paraíso fiscal o al menos mantener la tasa para personas morales lo más bajas posibles. Mientras el partido Laboral busca aumentar duramente la tasa impositiva tanto a personas físicas como morales. Los Liberal Demócratas buscan un punto neutro al incrementar la tasa para personas físicas y morales, pero no a tal grado como lo propone el partido Laboral.

La otra agenda pendiente que demuestra una posible tendencia de hermandad con Europa o Estados Unidos es el sector energético. Mientras los Conservadores prometen no crear nuevas de plantas eólicas en Inglaterra, su enfoque será en aumentar la producción y extracción del gas shale. El partido Laboral promete un aumento de hasta 60% de energía renovable o limpia para el 2030, así como prohibir el fracking para la extracción de gas shale, y apoyar la construcción de más plantas nucleares. El partido Liberal demócrata se enfocará en procurar generar hasta un 60 de electricidad de energías renovables para el 2030.

El partido que salga vencedor en las elecciones venideras deberá tomar en consideración que esta ocasión el objetivo de llamar por parte de Theresa May a elecciones tempranas es el de fortalecer la política interna y crear un duro bloque ante las negociaciones venideras para el Brexit. Por ello la propuesta de agenda gubernamental ésta ocasión no tendrá solamente un impacto interno y la obligación de cumplir con el marco jurídico europeo como lo era y será hasta el punto de divorcio con Europa; sino además está ocasión deberá demostrar que postura se tomará ante la Unión Europea en temas esenciales como el migratorio, energético y mercado único.

Además los partidos son conscientes de la dura postura que seguramente tomará la Unión Europea para negociar los términos de la salida de la isla. La posible postura quedó clara cuando hace unas semanas la Unión Europea anunciaba a través de sus 27 representantes el éxito que representó el Plan de Unidad que fue aprobado en cuestión de menos de 15 minutos.

La decisión en ese momento fue que a Gran Bretaña no le permitirían que estuviera mejor fuera del bloque que dentro de él. Eso es una especie de objetivo central, de máxima lección, la de no permitir que Gran Bretaña se salga con la suya de estar mejor fuera que dentro de la Unión Europea, aún cuando Inglaterra está poniendo todo lo que esté a su alcance para lograr ese objetivo, lo cual produce un juego de fuerzas que sólo la razón de las conveniencias atenuará y mediará sobre la marcha de las negociaciones.

Si bien este programa representó otro golpe duró para la isla Británica, al quedar claro que la salida del Reino Unido y las negociaciones serán de manera hostil. En el caso de Theresa May tomabá en cuenta que las elecciones en Holanda y Francia significarían momentos cruciales para saber si el Brexit tendría mayor poder en caso que los partidos extremistas en contra de Europa se consolidarán, ya que tendrían mayor maniobra de negociación, así como también ponía sus esperanzas que el movimiento ante sistémico logrará consolidarse como fue el caso de Estados Unidos y en su país. Por otra parte, las elecciones en Francia han consolidado el paneuropeísmo con el triunfo de Macron.

Por fortuna estos cálculos fueron inciertos, pues el movimiento Pro-Europa logró consolidarse por el momento con Macron. Seguramente el movimiento encontró mayor fuerza y apoyo por el temor que el país galgo terminará con un dirigente, como el caso de Estados Unidos con un presidente como Trump, así como la incertidumbre que ha traído el Brexit y un mayor conocimiento en los beneficios de pertenecer al bloque europeo. Una vez más queda marcada la mentalidad de europa y la del common wealth, donde Reino Unido se identifica más con sus países hermanos y antiguas colonias que con el resto de Europa.

En el caso de Holanda la decisión fue trascendental al representar un vínculo entre lo que ocurrió en Gran Bretaña y lo que ocurriría en Francia, pues seguramente dio un mensaje positivo a la población y mercados. En cuestión de Francia, la elección de su presidente representaba en términos generales de gran trascendencia al ser el segundo país con mayor decisión en la Unión Europea y que en dado caso que ganará Marie La Penn representaría el fracaso inminente del bloque. El resultado fue desastroso para May, pues en los dos países, en Holanda y en Francia, el apoyo Pro-Europa se consolidó de manera dura y constante.

Por ello, mientras en el Reino Unido comienza la lucha para saber quién será el embajador para un trascendente suceso tanto del continente europeo como de los británicos; en Europa un oleaje político empieza a tomar un curso. A pesar de las vicisitudes, de las debilidades fiscales, políticas y ante todo la dura crítica de que las riendas europeas las lleva Berlín, la población parece seguir poniendo fé en el sistema europeo.

La elección de Emmanuel Macron como presidente de Francia significó el triunfo de un candidato que logró derrotar a la vicisitud, de ser un líder joven, con un perfil neoliberal, que si bien se vio beneficiado por caprichos políticos y errores del pasado de sus rivales; además supo aprovechar en última etapa de las elelecciones la rigidez y el conservadurismo de Marie La Pen, una candidata hostil, que se enfocó en un discurso similar al de Donal Trump (conservador, xenófobo, intolerante, de rompimiento con Europa).

Mientras que por otro lado la gran carta de Macron fue de saber aprovechar el miedo de un Brexit y a una contrincante totalmente opuesta a su visión de una Francia dentro de la Unión Europea. El joven dirigente tiene muchos problemas que resolver, pero ante todo deberá saber liderear las negociaciones al representar el segundo país más importante para determinar los términos de la salida del Reino Unido, su principal misión será la de cumplir las tareas de un embajador de Europa.

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