Después de un largo debate en la Cámara de Senadores, el Grupo Palamentario del PRD criticó la aprobación de las leyes de Petróleos Mexicanos y de la Comisión Federal de Electricidad, por considerar que proponen que ambas dependencias públicas se conviertan en empresas privadas exclusivas del gobierno y no de los mexicanos, dio a conocer el Diario Revolución Tres Punto Cero.
El coordinador de los perredistas en el Senado, Miguel Barbosa, denunció que Pemex y la CFE serán desplazadas por empresas extranjeras y se fomentará la corrupción de funcionarios “inclusive, de algunos legisladores que promueven estos cambios” y es que la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados aprobó el día de ayer en lo general el dictamen del tercer paquete de la legislación secundaria de la Reforma Energética, promulgada el pasado 20 de diciembre de 2013.
En su intervención la diputada Claudia Bojórquez del PRD afirmó que “la propuesta promueve la corrupción, favorece derechos privados sobre los públicos y es totalmente alejada de lo que sucede en el resto del mundo. Además señaló como una falsedad que Pemex contará con autonomía de gestión y autonomía financiera. Dado que “las compañías nacionales petroleras deben operar, sin intervención de intereses políticos”.
En contraparte, legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), anticiparon que como parte de estos nuevos dictámenes, buscarán que el gobierno de la República asuma como deuda pública parte del pasivo laboral de ambas empresas, que asciende a 1.9 billones de pesos; ésta déficit, adelantaron, podría verse reflejada en el paquete económico del próximo año.
En términos comparativos, el pasivo laboral de Pemex representa aproximadamente 72 por ciento del monto total de la deuda externa del sector público, en la cual ya está contabilizado el endeudamiento con el exterior de la petrolera paraestatal.
De acuerdo con informes oficiales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en caso de que el Congreso de la Unión dispusiera que el pasivo laboral de Pemex pasara a ser deuda pública, el saldo del débito total ascendería a unos 7 billones 982 mil 500 millones de pesos.