La crisis del Deutsche Bank podría ser el gran detonador

Por: Pascual Raúl Zárate Gil

Aquí Puebla, desde Londres 14 oct 2016. El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha solicitado la jugosa cantidad de 14 mil millones de dólares para llegar a un convenio relacionado a una investigación vinculada a títulos sobre hipotecas residenciales en las que Deutsche Bank se encuentra inmiscuido. Esa noticia generó que durante el mes de Septiembre las acciones del banco privado alemán más grande se desplomaran en un 22 por ciento.

La importancia de Deutsche Bank para el gobierno alemán y la Unión Europea es enorme, pues el banco es tenedor de derivados que administra por un valor de 42 mil millones de euros.

La postura inicial del banco es no pagar esta cuantiosa cantidad e ir hasta las últimas consecuencias como llevar el caso a juicio. De igual manera existe la posibilidad de negociar y disminuir la cuantía requerida, pues existe el precedente como el de Goldman Sachs, a quién en un inicio el DOJ le solicitó 15 mil millones de dólares, para culminar con un convenio de 5 mil millones. La diferencia en comparación con las negociaciones de Goldman Sachs con el DOJ, es que fueron privadas, mientras que el caso de Deutsche Bank se ha vuelto público a tal grado de alarmar al sistema financiero, al banco central europeo y por supuesto al mismo banco que está viendo la manera de vender activos.

Las opciones con las que cuenta Deutsche Bank es o pagar la cuantía solicitada, o negociar y reducir la cuantía o litigar el caso (lo cual de igual manera significará años de litigio y un fuerte desgaste económico). En caso que decida optar por la primera opción el banco tendría que buscar inyección de capital adicional de inversionistas o de parte del gobierno.

La noticia de los posibles problemas de liquidez, los productos tóxicos que contrato Deutsche Bank, y la investigación que enfrenta en la jurisdicción americana, prende las luces amarillas no solo por ser el banco privado más grande alemán y de los más importantes en Europa y en el mundo, sino además de traer el fresco recuerdo de casos similares en 2008. Cómo olvidar el famoso caso de Bears Stearns o de Lehman Brothers. En el primer caso, si bien se rescató, el segundo caso a pesar de ser el cuarto banco más grande se le dejó ir a liquidación.

El efecto tsunami que desprendió el caso de Lehman Brothers no fue minúsculo ni mucho menos local, sino con efectos en la economía mundial. Los daños colaterales fueron inmensos, provocando la falta de credibilidad en el sistema financiero, los altos costos de acceso al crédito, desempleo, cierre de empresas, y todos los efectos que se derivaron de la crisis financiera y recesiva que vivió Estados Unidos y el mundo.

Durante 2008 el gobierno americano enfrento mucha oposición al rescate de Lehman Brothers, pues cuando se autorizó por parte del gobierno americano que comprara Barclay´s a Lehman Brothers, el gobierno británico no lo autorizó, generando el derrumbe del banco americano. En aquél entonces el Chancellor Alistair Darling no estaba de acuerdo con el rescate de Lehman Brothers a través de Barclays, pues consideraba que los americanos recurrieron muy tarde a ellos, lo cual Henry Paulson lo hizo cimbrar y señalar “the British have screwed us”.

Sabía decisión Británica porque hubiera arrastrado un sin fin de problemas con la autorización de un rescate, aunque de igual manera las repercusiones se hicieron sentir en todo el orbe. Al menos en aquél momento se dejó en claro que no todo capricho se les concederá a los norteamericanos, incluso por sus hermanos de de sangre en el continente viejo.

En esta ocasión la rapidez de reacción, plan de rescate del Deutsch Bannk, será clave en caso que realmente el banco llegue a enfrentar problemas de liquidez con el objetivo de generar confianza en sus fondos de cobertura, inversionistas, acreedores. La respuesta ante la noticia del temor de liquidez del banco no se ha hecho esperar, pues diez fondos de cobertura trasladaron parte de su tenencia de derivados a otros bancos.

Por otra parte, una vez más la canciller alemana, Angela Merkel, enfenta un problema ya conocido y seguramente poco grato en su memoria. Por lo menos la Canciller se le podrá considerar especialista en rescates financieros como aquéllos durante la crisis del 2008, donde llego a poner a Europa en duros aprietos hasta hacer pública su disputa con el entonces presidente francés Nicolas Sarkozy al decirle “chaqun sa merde” o que decir del posterior rescate Griego.

Lo que es cierto es que se le viene un potencial problema en tiempos menos deseados, pues enfrentará el próximo año tiempos electorales, pues en el caso hipotético que se rescate al banco con fondos públicos significaría para ella un alto costo político-electoral.

Este sería aunado al delicado y precario posicionamiento de la Canciller ante temas como la migración en Europa, el controvertido rescate a Grecia, la polémica salida del Reino Unido de la Unión Europea, entre otros problemas.

La decisión de investigar al banco alemán aisladamente pareciera algo normal, pues además otros bancos como Credit Suisse y Barclays enfrentan investigaciones similares. Pero lo cierto es que en un mundo globalizado, toda decisión trasnacional tiene un fin político de profundas e imprevisibles consecuencias. El hecho que se filtrará información sobre la investigación y detalles de la misma como la cuantía solicitada, genera la duda de quién la filtra en tiempos electorales en Estados Unidos; y, cómo se generó coincidentemente en tiempos electorales en 2008 la crisis y rescates de todos los bancos. ¿Coincidencia o simplemente un mal augurio?.

También puede ir más allá, aunque algo difícil pero no imposible que se trate de un ajuste de cuentas por la polémica decisión de la Comisión Europea en el caso de Apple sobre el pago de impuestos, a pesar que será apelada la decisión o de otros casos a empresas americanas en Alemania o el gobierno europeo.

En caso que se llevara a cabo la intervención del gobierno para el rescate del banco, la receta ya conocida será la misma seguramente “rescatar a los bancos porque son demasiado grandes para dejarlos caer y pasar la carga a los ciudadanos a través de cargas impositivas. Al final los bancos son un mal necesario y su caída sería aún peor (o al menos es lo que se nos vende)”. Las deudas privadas se socializan, las utilidades se privatizan.

Tanto la crisis del 2008 y anteriores; la situación, abuso y comisión de fraudes, manipulaciones del tipo de cambio, tasas de interés, entre otros factores ponen en cuestionamiento el fundamentalista y casi religiosa idea del libre mercado, en donde el sector privado no se equivoca. Durante la crisis del 2008, Nicolas Sarkozy la categorizó que el “Laissez-Faire c´est finit”.

Es una gran mentira que el libre mercado y que el sector privado se auto corrigen o se auto corregirán, lo cual es este caso es cada día menos creíble, pues la intervención del estado para cerrar los constantes abusos de muchos sectores privados se hace más cotidiano, no solo el financiero que solo se enfoca en la búsqueda de una codiciosa ambición interminable y acaparamiento de la riqueza a tal grado de llevarlos a cometer prácticas inmorales para culminar en pasar la consecuencia a los ciudadanos.

Recordemos que en los interrogatorios a altos funcionarios de bancos y servidores públicos en Estados Unidos después de la crisis llevaron a Alan Greenspan a comentar ante la “Financial Crisis Inquiry Comission dirigida por el Secretario Phil Angelides”, que durante su vida había acertado en 70% de sus decisiones y el 30% habían errado. Phil Angeldies en ese entonces comentó que no se trata de porcentajes, sino del tamaño del error es lo que cuenta.

En cada crisis se usan excusas que el sistema hace funcionar, que son errores y que si el gobierno no interviniera las consecuencias serían catastróficas. La enseñanza es estos casos de comisiones de fraudulentas prácticas van de la mano de la omisión de los entes reguladores, y ambos conllevan a que la ignorancia sea su mejor amigo hasta que se lleva al punto de quiebre o al borde de la desesperación.

En el caso que Deutsche Bank u otros bancos enfrentan otro problema de liquidez en el cercano futuro, esperemos que los gobiernos no vuelvan a mostrarse negligentes y omisos, actúen asumiendo soluciones de interés general, pues existen demasiados ejemplos e información de qué hacer y que no repetir de otras crisis previas como la Asiatica, la Griega, la Mexicana, Brasileña y la del 2008.

Si no queremos repetir burbujas o recesiones generadas por problemas ya vividos, las Secretarias de Haciendas, los bancos centrales, y demás entes reguladores deberán realizar sus tareas y no coludirse o quedarse dormidos en sus laureles. Durante el 2008 la SEC ¨Security Exchange Comission” en Estados Unidos, en el Reino Unido la “Financial Conduct Authority” fueron omisas por mucho tiempo al declararse incapaces pues flexibilizaron los marcos jurídicos y supervisiones que hubiera previsto e impedido la crisis que todos sufrimos y que aún está latente.

Reglas claras y castigos severos deben adoptarse y sustituir a la utópica y mentirosa idea de que el sistema financiero y bancario se autocorrigen. La presencia de otra crisis como la del 2008 es latente. Como lo señaló Dominique Strauss “Una crisis financiera es segura e imposible de erradicar. La pregunta es dónde y cuándo empezara”. Es necesario que los gobiernos hagan su tarea y usen la información existente para seguir legislando y adoptando marcos jurídicos más severos que sean un eficaz antídoto a las prácticas codiciosas.

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