Por: AP
KRASNAYA POLYANA, Rusia; 16 de febrero.- Eva Samkova colgó una cámara encima de casco antes de la final del snowboardcross olímpico, con el objetivo de mostrarle a la teleaudiencia la singular mezcla de velocidad y caos de su deporte.
Samkova se encargó de poner la velocidad. Como siempre estuvo al frente, el caos no fue captado. Encima de una tabla que parecía impulsada por unos cohetes, la checa de 20 años se adjudicó el domingo la medalla de oro de los Juegos de Sochi, ganando sus tres carreras de punta a punta.
Mientras la estadunidense Lindsey Jacobellis volvía a fracasar, Samkova surfeó por el trazado con una rapidez vertiginosa.
Acreditó su dominio al trabajo que hicieron los expertos al encerar su tabla, permitiéndole volar sobre la nieve. “Pura física”, bromeó Samkova cuando la preguntaron sobre el rendimiento de su tabla
Samkova también llamó la atención por pintarse los colores de la bandera checa sobre sus labios, una especie de bigote patrio. En entrevista posterior dijo: “fue para tener suerte”.
Pero la realidad es que Samkova no precisó suerte en ninguna de sus carreras, en las que sus márgenes de victorias fueron enormes.
“Mi entrenador me aconsejó que lo mejor que yo podía hacer era estar al frente de ellas”, dijo Samkova.
La victoria de Samkova le dio a la República Checa su primer oro de los juegos.