BEIRUT/EL CAIRO, 31 de agosto.- El grupo terrorista Estado Islámico (EI) ha destruido parte del templo de Bel en la ciudad histórica siria de Palmira, en el este de la provincia de Homs, dijo hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Los miembros del EI dinamitaron diferentes partes del mayor santuario de Palmira, dedicado a la deidad suprema babilonia y cuyo techo, ya desaparecido, estaba originalmente recubierto de oro.
El alcance de los daños provocados por la explosión sigue sin estar claro, dijo un funcionario del gobierno sirio especializado en antigüedades.
Mamun Abdulkarim, responsable del Departamento de Antigüedades y Museos en Damasco, dijo el lunes que “sin duda” hubo una gran explosión cerca del templo de 2 mil años de antigüedad, que está cerca de una amplia zona de ruinas romanas.
Varios activistas aseguraron al Observatorio haber sido testigo de la destrucción de parte de esa instalación arqueológica.
Un miembro de la milicia radical dijo a la Associated Press el lunes a través de Skype que el templo había quedado destruido, sin ofrecer más detalles.
El insurgente habló bajo condición de anonimato porque los miembros del grupo no están autorizados a hablar con periodistas.
Este es el segundo templo de Palmira que los extremistas destruyen este mes de agosto, tras hacerse con el control total de la ciudad arqueológica el pasado mayo.
El EI ya destruyó el histórico templo de Baal Shamin en Palmira el pasado 23 de agosto, después de haber colocado gran cantidad de explosivos en el monumento de 2 mil años de antigüedad, situado a decenas de metros del teatro romano.
Palmira, cuyas ruinas grecorromanas están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, es considerada una reliquia única del siglo I a. C y una pieza maestra de la arquitectura y del urbanismo romano por las columnas de su famosa calle principal y por sus templos.
Esta localidad fue en los siglos I y II d.C. uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el árido desierto del centro de Siria.
Fuente: EFE y AP