Ante cientos de miles de personas que abarrotaron la Plaza de San Pedro, El Papa Francisco I declaró hoy como santos a Juan XXIII y Juan Pablo II, y ordenó que sean “devotamente honrados” por toda la Iglesia católica universal.
El santo padre pronunció –en latín- la fórmula eclesiástica prevista.
“A honor de la Santísima Trinidad, para la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro señor Jesucristo, de los santos apóstoles Pedro y Pablo y nuestra”, señaló.
Después de haber reflexionado, invocado muchas veces la ayuda divina y escuchado el parecer de nuestros hermanos en el episcopado, declaramos y definimos santos a los beatos Juan XXIII y Juan Pablo II“, continuó.
Francisco I, Ordenó que sean inscritos en el Registro de los Santos y estableció que en toda la Iglesia ellos sean devotamente honrados entre los santos, antes de concluir con la frase: “En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo”.
En el momento en que el Papa terminó de pronunciar esa frase, la multitud explotó en un aplauso ensordecedor, que se extendió incluso a aquellas zonas donde no de podía divisar la Basílica de San Pedro.
A la santificación de Juan XXIII Y Juan Pablo II, asistieron diferentes personalidades del mundo, entre ellos la primera dama de México Angélica Rivera y los reyes de España.
Finalmente el obispo de Roma se dispuso a pronunciar la fórmula definitiva con la cual elevó al honor de los altares a Angelo Giuseppe Roncalli (Juan XXIII) y Karol Wojtyla (Juan Pablo II).
Con información de Notimex y Excélsior.