Palabra Libre Por Juan Carlos Lastiri
Estamos en el año 2015, uno que sin duda reviste importancia para toda la humanidad porque estamos a punto de concluir el plazo establecido para lo que la ONU llamó los Objetivos del Milenio (ODM) y que son, un compromiso de todas las naciones miembro para acabar con la pobreza, la desigualdad y la discriminación. El propósito de los ODM es erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, reducir la mortalidad infantil y materna, mejorar la salud reproductiva, intensificar la lucha contra el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y crear una alianza mundial para el desarrollo.
De acuerdo al reporte 2014 sobre los ODM que genera la ONU se puede decir que esta estrategia ha sido efectiva por temas como: la reducción de la pobreza extrema que se ha dado con más de 700 millones de personas que han dejado esta condición de 1990 a 2010; entre 2000 y 2012 se evitaron alrededor de 3.3 millones de muertes por paludismo gracias a la considerable expansión de las intervenciones contra esta enfermedad; más de 2,300 millones de personas hicieron realidad el acceso a una fuente de agua potable, con lo que el objetivo de reducir a la mitad el porcentaje de personas sin acceso a este tipo de fuente se logró y antes de tiempo; se alcanzó la paridad de género en educación primaria y hay grandes avances en cuanto a la matriculación con paridad de género en todos los niveles educativos; la participación política de las mujeres ha seguido aumentando en todo el mundo; la asistencia para el desarrollo supuso 134,800 millones de dólares en 2013, aunque las aportaciones a los países pobres disminuyo en los últimos dos años y se debe trabajar en ello.
Otras metas han avanzado más lento y hay que redoblar esfuerzos en: las tendencias que amenazan la sostenibilidad del medio ambiente ya que por ejemplo, las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) continúan su tendencia alcista; el hambre sigue disminuyendo pero es necesario realizar esfuerzos adicionales inmediatos ya que 1 de cada 4 niños sufre nutrición insuficiente crónica; la mortalidad materna es muy alta todavía con tasa de 210 muertes por cada 100 mil niños nacidos lo que significa que, en 2013, murieron casi 300 mil mujeres por causas relacionadas con el embarazo; desde 1990 más de la cuarta parte de la población mundial ha tenido acceso a instalaciones sanitarias mejoradas aunque, todavía hay 1,000 millones de personas que defecan al aire libre con consecuencias negativas para la salud y el medio ambiente.
Es claro que se ha avanzado en la consecución de los ODM y el esfuerzo mundial ha rendido frutos pero, los temas no se han agotado. Ante esto este 2015 representa un nuevo inicio, y por eso también es importante, para establecer una nueva agenda, lo que ya se conoce como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y que hacen énfasis en las áreas donde los objetivos se alcanzaron de manera parcial. Los países han iniciado nuevamente el camino para definir las metas de desarrollo y alcanzar bienestar, igualdad y sostenibilidad ambiental. A través de 17 objetivos y 169 metas la conferencia de las Naciones Unidas sobre desarrollo sostenible (Río+20) estableció la elaboración de los ODS integrando tres ejes del desarrollo sostenible, el económico, el social y el ambiental. Hoy el mundo encuentra sinergias nuevamente para abordar la desigualdad y la pobreza con líneas claras de acción que, tal como sucedió con los ODM, esperamos se cumplan en tiempo y forma para hacer de este un planeta mejor.