Calientan ambiente para el Oscar

La película Perdida se llevó el máximo galardón de los premios del cine de Hollywood, en una ceremonia que también honró a la estadunidense Julianne Moore y el británico Benedict Cumberbatch.

El filme ganador, dirigido por David Fincher, está protagonizado por Ben Affleck, que interpreta a un marido que termina siendo el principal sospechoso de la desaparición de su esposa, caracterizada por Rosamund Pike, en una enredada trama con muchas mentiras y premeditación.

Cumberbatch triunfó por su actuación en The Imitation Game (Código enigma), en la que da vida al criptoanalista Alan Turing, dedicado a descifrar los códigos nazis en la Segunda Guerra Mundial.

“¡Madre mía!, exclamó el actor al recoger su galardón en el teatro Palladium de Hollywood. “Esto es solo el principio, ¿quién sabe lo que puede suceder?”, dijo posteriormente a la prensa sobre lo que le deparará la temporada de premios.

Moore fue recompensada como Mejor Actriz por su papel en Still Alice, sobre una profesora de lingüística que empieza a olvidar palabras por sufrir Alzhéimer.

El veterano Robert Duvall se impuso como Mejor Actor de Reparto por su aplaudida interpretación en El juez, que narra la historia de un reputado magistrado que termina siendo el protagonista de un juicio.

Su compañero de reparto Robert Downey Jr. fue el encargado de entregarle el premio.

Cuando había transcurrido la mitad de la ceremonia televisada de los Hollywood Film Awards, Chris Rock subió al escenario para recibir un premio por su cinta Top Five: “¡Cuánta emoción en la sala!”, exclamó, provocando las primeras risas sinceras de una audiencia en la que el entusiasmo brilló por su ausencia.

El autotitulado “inicio oficial de la temporada de premios”, que duró apenas dos horas, fue un homenaje discreto a las celebridades y sus películas, muchas de las cuales solo se han visto en festivales o en ninguna parte.

Hollywood Film Awards, que ha llegado a su 18 edición y fue televisado por primera vez, espera convertirse en una de las escalas importantes de la temporada anual, con todo y alfombra roja al comienzo además de una recapitulación final. La presentadora esta vez fue Queen Latifah.

Durante años la ceremonia ha recibido críticas por premiar películas no estrenadas. Pero las estrellas siempre asisten, ávidas de hacer correr la voz sobre sus últimos trabajos, y esta vez no fue la excepción.

Había estrellas de primera línea como Angelina Jolie, quien entregó un premio a Jack O’Connell, protagonista de su película aún no estrenada Unbroken, y Benedict Cumberbatch y Keira Knightley, premiados por su actuación en The Imitation Game, que se estrenará en Estados Unidos el 28 de noviembre.

Eddie Redmayne fue premiado por su papel de Stephen Hawking en The Theory of Everything y Reese Witherspoon entregó el premio a Jean-Marc Vallée, quien la dirigió en Wild.

Johnny Depp protagonizó uno de los pasajes más extraños de la velada cuando presentó el premio al documental Supermensch: The Legend of Shep Gordon. Se tambaleaba mientras arrastraba las palabras en un discurso casi inaudible y se le escucharon dos palabrotas hasta que lo cortaron. A pesar de los criterios poco claros para entregar los premios y el hecho de que la velada se desarrolló de acuerdo con un guión, algunos de los premiados expresaron sincera gratitud, y en ocasiones el evento pareció un ensayo de lo que vendrá en los próximos meses hasta culminar en el Oscar.

O’Connell, por ejemplo, nunca había participado en la competencia por los premios. En una noche caracterizada por la falta de emoción, brindó uno de los pocos momentos conmovedores al dedicar su premio al difunto Louis Zamperini, su papel en Unbroken.

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