Una protesta violenta estalló el miércoles en la ciudad turca de Soma, donde al menos 238 mineros del carbón murieron en una explosión.
Muchos manifestantes expresaron furia con el gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan. Se arrojaron piedras y se escucharon gritos de “asesino” y “ladrón” dirigidos a Erdogan.
La suerte de unos 120 mineros estaba en duda en uno de los peores desastres mineros registrados en el país.
Es importante mencionar que algunos trabajadores de la mina, por su parte, han señalado a los medios locales que aún podía haber entre 300 y 400 personas en la mina y que era poco probable encontrarlas con vida.
Con información de Agencias.