AFP
En plena efervescencia que vive Brasil por la Copa del Mundo, el Partido de los Trabajadores (PT) proclamó ayer a la presidenta Dilma Rousseff como candidata a la reelección en los comicios de octubre.
“Está aprobada” la candidatura de Rousseff a la presidencia, proclamó el presidente del PT, Rui Falcão, en un palco cubierto con las estrellas rojas que son símbolo del partido de izquierda y flanqueado por grandes fotos de la mandataria, en un hotel de Brasilia.
Unos 800 delegados confirmaron la candidatura por aclamación, incluido el padrino político de Rousseff, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).
“Es hora de seguir adelante, es hora de hacer más cambios, mis queridos compañeros”, expresó Rousseff tras ser proclamada.
El ex mandatario confirmó que participará intensamente en la campaña para la reelección de Rousseff y defendió lo bien que pueden convivir el “creador y la criatura” (refiriéndose a él mismo y a la actual mandataria).
El acto se convirtió en una defensa de la organización de la Copa del Mundo y de una agenda de cambios para el próximo mandato presidencial, en clara respuesta a las protestas callejeras que irrumpieron en Brasil desde el año pasado contra los elevados gastos públicos en el Mundial, que muchos brasileños pretendían que se destinaran a mejorar los servicios públicos.
“La Copa está dando una goleada descomunal a los pesimistas, los que decían que Brasil no tendría Mundial“, afirmó Rousseff, quien fue insultada en el partido de apertura del torneo el pasado 12 de junio en el estadio Arena Corinthians de São Paulo .
La mandataria también defendió ayer un plebiscito para llevar a cabo una reforma del sistema político, otro de los grandes reclamos de los manifestantes.