Obama se reúne con los líderes demócratas del Congreso para tratar cierre

Milenio

Washington DC -Baltimore • El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió hoy con los líderes demócratas del Congreso estadunidense para intentar trazar una estrategia que desbloquee las negociaciones para elevar el techo de la deuda federal y acabar con la paralización parcial de la Administración.

 

Las negociaciones sobre el techo de la deuda se tensaron nuevamente hoy, cuando los republicanos acusaron a Obama de rechazar sus propuestas, mientras el país se aproxima a la zona de riesgo de default.

Obama conversó durante más de una hora con el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, y el líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Mitch McConnell, los cuales, tras el encuentro, convinieron en que existe una unión entre los demócratas al respecto, al contrario que los republicanos.

“Mientras que los demócratas se mantienen unidos, los republicanos todavía tienen que consensuar una posición de negociación clara”, dijo un asistente demócrata del Senado en un comunicado.

“El presidente y los líderes acordaron que las conversaciones entre los demócratas del Senado y los líderes republicanos del Senado deben continuar en los próximos días, pero la posición de los demócratas sigue siendo la misma: están dispuestos a negociar sobre cualquier cosa que quieran discutir los republicanos en cuanto vuelva a abrirse el gobierno y se paguen nuestras facturas”, agregó.

A cinco días de que Estados Unidos pueda incurrir en suspensión de pagos, los republicanos del Senado bloquearon hoy una propuesta demócrata para extender el límite de la deuda del país hasta después de las elecciones legislativas que tendrán lugar en noviembre de 2014, mientras que la Casa Blanca se niega a aceptar la opción republicana de elevar el techo durante solo seis semanas.

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, calificó de “lamentable” que el Senado no llegara a un acuerdo para pasar el proyecto de ley sobre el aumento del techo de la deuda en un comunicado en el que insistió en que el Congreso “debe hacer su trabajo” y elevar el límite.

“Este proyecto de ley hubiera sacado de la mesa la amenaza de la suspensión de pagos, y dado a los negocios y a la economía de nuestra nación la certeza que necesitamos”, dijo Carney en relación a la propuesta demócrata llevada hoy a la cámara alta y bloqueada por los republicanos.

“Con cinco días hasta que el gobierno se queda sin autorización para contraer préstamos, el Congreso debe avanzar con una solución que vuelva a abrir el gobierno y nos permita pagar nuestras facturas para que podamos seguir adelante con las negociaciones para lograr un acuerdo más amplio sobre el presupuesto”, añadió.

Por otra parte el presidente estadunidense fue hoy informado de cómo está afectando el cierre parcial del Gobierno a la situación del país, según aseguró la Casa Blanca en otro comunicado.

Obama fue informado por su jefe de Gabinete, Denis McDonough, quien subrayó el fuerte impacto que están sufriendo las agencias federales de investigación por la paralización federal, en las que trabajan hasta cinco Premios Nobeles, de los cuales cuatro se encuentran sin empleo y sueldo desde el pasado día 1 de octubre.

Tras un impasse en la Cámara de Representantes, las miradas se volvieron al Senado, donde los jefes de bancada de los dos partidos sostuvieron un encuentro. Según Harry Reid, jefe de la mayoría demócrata en el Senado, es poco probable que se alcance un acuerdo el fin de semana. Además, los miembros de la Cámara de Representantes se fueron de fin de semana hasta el lunes por la noche tras una corta sesión hoy.

Reid dijo a los periodistas que sostuvo conversaciones “extremadamente cordiales pero muy preliminares” con el principal senador republicano Mitch McConnell, pero no surgió “nada concluyente”. No obstante, estimó que el encuentro en si mismo, el primero cara a cara en esta crisis, era un hecho positivo dado el nivel de aspereza en el Capitolio.

La tensión sigue en medio de críticas de la oposición republicana al presidente Barack Obama, al que acusan de no querer negociar, mientras se aproxima inexorablemente el plazo del 17 de octubre para que Estados Unidos no pueda hacer frente a parte de sus acreedores.

“Estoy decepcionado de que el presidente haya rechazado la oferta que hemos puesto sobre la mesa”, dijo a los periodistas Eric Cantor, jefe de la bancada republicana en la Cámara de Representantes, una afirmación que contrasta con las palabras tranquilizadoras de los dos últimos días, cuando ambos bandos aseguraron que las “discusiones” continuarían.

“Estas discusiones y estas negociaciones con el presidente no son sinceras, y en consecuencia no llegamos a ninguna parte”, precisó por su lado el representante John Fleming. La Casa Blanca no hizo comentarios frente a las acusaciones de intransigencia.

“A apenas cinco días de que el Estado ya no pueda endeudarse, el Congreso debe avanzar hacia una solución que ponga fin a la parálisis del gobierno y le permita pagar sus facturas”, declaró el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, advirtió el sábado, en el cierre de las asambleas anuales del FMI y el BM, que “estamos a cinco días de un momento muy peligroso”. “Si esto ocurre, podría ser un evento desastroso para el mundo en desarrollo, y además podría golpear a las economías desarrolladas también”, añadió.

Durante su locución radial semanal, Obama manifestó su rechazo hacia la idea de extender solo por algunas semanas la capacidad del país de endeudarse. Esta solución provisoria era central a la propuesta republicana, presentada a Obama el jueves en una reunión.

Elevar el techo de la deuda por un plazo corto permitiría, según los republicanos, negociar con más tiempo un amplio acuerdo de reforma de varios programas sociales, pero manteniendo la presión sobre la Casa Blanca.

“No sería inteligente, como algunos lo anuncian, postergar por dos meses” el problema del techo de la deuda “y coquetear con el primer default intencional en medio de la temporada comercial de Navidad”, dijo Obama.

“Los daños a la reputación de tomador de préstamos sin tacha de Estados Unidos no provocaría más que una caída de los mercados. Sería más caro tomar préstamos para todos los estadunidenses”, subrayó el presidente demócrata.

El mandatario, que afirmó estas últimas semanas que no negociaría “con una pistola en la cabeza”, en alusión a la exigencia republicana de recortar los fondos para la reforma de la salud aprobada en 2010, endureció su retórica calificando las consecuencias de una eventual cesación de pagos como un “nuevo impuesto, un impuesto republicano del default, sobre todas las familias y empresas estadunidenses”.

Las dos cámaras del Congreso deben aprobar un aumento del límite legal de endeudamiento para que EU pueda financiarse y no entre en moratoria sobre su deuda. El Tesoro ya advirtió que a partir del 17 de octubre, no habrá más “medidas extraordinarias” que permitieron hasta ahora al país funcionar luego de superar en mayo su tope de endeudamiento.

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