El célebre actor de Hollywood Robin Williams, cuyas interpretaciones deslumbraron a las audiencias durante décadas, falleció ayer a los 63 años en su casa de California, supuestamente al quitarse la vida.
“Esta mañana perdí a mi esposo y mi mejor amigo, al tiempo que el mundo perdió a uno de sus artistas más queridos y un ser humano maravilloso. Tengo el corazón totalmente roto”, reconoció en un comunicado su esposa, Susan Schneider.
“Nuestro deseo es que la atención no esté puesta en la muerte de Robin, sino en los incontables momentos de alegría y risas que regaló a millones de personas”, agregó Schneider en nombre de la familia del actor.
La policía del condado de Marin, cerca de San Francisco, señaló en un comunicado que un hombre “identificado como Robin McLaurin Williams”, de 63 años. “Fue declarado muerto a las 12:02 horas locales.
Williams, ganador de un Oscar por Una mente indomable, “había estado luchando contra una severa depresión últimamente”, informó su portavoz Mara Buxbaum, en un comunicado.
El actor había estado trabajando intensamente este año y en julio decidió ingresar durante varias semanas, un centro de rehabilitación en Minnesota “por precaución”, dijo entonces su representante.
Williams tenía un largo historial de abusos de cocaína y alcohol que se remonta al principio de la década de 1980 y, aunque mantuvo a raya sus adicciones durante años, recayó en 2006.
Fue visto por última vez con vida a las 22:00 horas del domingo en su casa de Tiburón, en San Francisco.
Los médicos de urgencia llegaron al domicilio cinco minutos después del aviso y encontraron a Williams inconsciente y sin respiración.
Con información de Milenio Digital.