Por María Flores
En plena pandemia, el gobierno federal repartió 873 millones de pesos a familias poblanas mediante el Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares (PAFMF), a fin de evitar el cierre de negocios por la parálisis en las actividades no esenciales.
Los datos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) muestran que en Puebla se realizaron transferencias a través de cuentas bancarias de Banco Azteca, Santander y Banorte durante 2020.
De esta manera, la entidad poblana se ubicó en el lugar número 8 a nivel nacional con más beneficiarios, sólo por debajo de Chiapas, Veracruz, Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Nuevo León y Tabasco.
En el país el número de familias apoyadas correspondió a un millón 701 familias en el primer año de la emergencia sanitaria, inferior a la meta prevista por la Secretaría de Economía de 2 millones de personas.
El recurso enviado por la federación a las entidades se dio en el contexto del confinamiento social que se ordenó en 2020, lo que a su vez provocó una disminución en el consumo de los establecimientos, el cierre de algunos de estos y con ello el despido de personal.