Médicos y enfermeras, químicos y laboratoristas del IMSS, ISSSTE y Secretaría de Salud, marcharon este domingo para manifestarse en contra de la universalidad de los servicios pues con la implementación de este programa hoy un especialista o cualquier trabajador atiende hasta 60 pacientes por día, generando una sobre carga de trabajo y mala atención a los derechohabientes, además del desabasto de medicamentos en las instituciones ya referidas.
Con consignas “Alto a la privatización de los servicios”,”Que se muera el mal gobierno”, “Pueblo entiende, tu salud está en riesgo”, “Puebla ya basta el pueblo se levanta”, fue como decenas de trabajadores de este sector se sumaron la movimiento #YoSoyMédico17 que a nivel nacional fue convocado en 50 ciudades en rechazo al proyecto del gobierno federal para detener lo que llamaron el desmantelamiento de la seguridad social.
En su mensaje en el zócalo de la Angelópolis, Víctor Juárez, representante de este movimiento responsabilizó al gobierno federal por el colapso en el que se encuentran las instituciones y la “omisión” de las autoridades a las demandas que comprometen la vida de la ciudadanía.
“Estamos en contra de todas las condiciones que actualmente se encuentran los servicios de salud. Protestamos contra todas las agresiones e injusticias de las que hemos sido víctimas a través del tiempo, la universalidad de los servicios de la salud no es la opción adecuada, se requiere algo bien planeado para beneficiar a los derechohabientes, al pueblo en general par que reciban una atención digna, ya que esto no ha sido así (……). Esto ha sido con una intención empresarial como lo dicta la doctrina neoliberal”, sostuvo.
Durante la marcha que se llevó a cabo del Paseo Bravo al zócalo de Puebla, los profesionistas exigieron por sus derechos laborales y para que sus servicios no sean satanizados por parte de los derechohabientes ya que la culpa de las deficiencias es por parte del gobierno federal ante el llamado que no están atendiendo.
Apuntó que el desmantelamiento del Seguro Social y las instituciones hospitalarias en la entidad es un hecho, a pesar de que las autoridades se aferren a negar esta situación pues se han dado cuenta de las carencias, insumos, recursos para que puedan trabajar en las diferentes áreas en las que se encuentran laborando actualmente, al enfatizar que estas deficiencias se reflejan en los derechohabientes.
“Los médicos somos testigos de como avanzan los contratos y licitaciones para el material de salud barato e inservible, la atención se va mermando; pacientes que ya estaban en un tratamiento de hemodiálisis dentro del IMSS son regresados a diálisis peritoneal. Se atiende en hospitales de primer nivel, pero en apariencia pues no hay especialistas ni medicamentos, las recetas se cargan a los pacientes”, subrayó.
Agregó que también se extiende el periodo de cita médica de urgencia de seis meses a un año, difiriendo las cirugías de 1 a 2 años.
Al movimiento se sumaron Sindicato del Hospital para el Niño Poblano, Asamblea Nacional de Enfermeras y Enfermos de México, despedidos del gobierno municipal y estatal, la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) 28 de Octubre y familiares de dializados del IMSS.