Excélsior
Los Panzas Verdes del Léon se han empecinado en tener un lugar en la historia del futbol mexicano. Poco importa que enfrente tengan a un equipo con el abolengo del América o que la tendencia de los últimos años tenga más penas que glorias; los esmeraldas aspiran a ganar el título del Apertura 2013 y dieron el primer paso al vencer a las Águilas por 2-0 en el partido de ida.
El Nou Camp, pintado de esmeralda, recibió al equipo de Miguel Herrera, aquel conjunto que dicen está de moda, y que en sus registros aspiran a la obtención del bicampeonato. Contra los esmeraldas, la propuesta de los amarillos rindió pocos réditos y ahora tendrán la misión de remontar una desventaja de dos goles en el Estadio Azteca, si quieren convertirse en el equipo más ganador del la Liga MX.
El León, como es su costumbre en cada presentación, demuestra que los partidos se ganan con el dominio del balón y no muestran debilidad alguna que el rival pueda explotar. En esta ocasión, Carlos el Gullit Peña, a los diez minutos, convirtió un rebote en el 1-0 y le dio el primer golpe al equipo visitante. Después no permitió respirar al rival.
La suerte le guiñó al equipo local. El América, letal a balón parado, tuvo la oportunidad de empatar el marcador, pero el remate de cabeza de Juan Carlos Valenzuela fue detenido en la línea de gol por Edwin Hernández, después William Yarbrough, criticado por sus desatenciones en otros encuentros, entonó con su equipo y evitó que Rubens Sambueza igualara el marcador.
En el complemento, la propuesta fue la misma, el León priorizó la transición del esférico de mediocampo a la portería, y el América optó por saltar las líneas para aprovechar los chispazos de sus ofensivos y encontrar recompensa frente a una defensa, comandada por Rafael Márquez, que jugó por nota y no registró error ante los visitantes.
Al América nada le funcionó. Esta vez las escapadas de Rubens Sambueza, los remates de Raúl Jiménez o hasta la viveza de Luis Gabriel Rey no aparecieron para provocar la reacción de la visita. Yarbrough, a la altura, siempre resolvió con solvencia cada intento de su rival y cuando se vio en el suelo, la experiencia de Márquez o Ignacio González evitó un tanto a favor del América.
El Piojo Herrera comenzó a quemar sus cartas. Envió al campo a Luis Ángel Mendoza y le dio algunos minutos al ecuatoriano Narciso Mina. La táctica funcionó y por momentos hizo ver a su rival disperso, encerró a los esmeraldas en su propia área, pero en el marcador no hubo diferencia.
En el momento que el América parecía recuperar la esperanza, apareció Mauro Boselli para arrebatársela. El delantero argentino disparó desde una de las esquinas del área y provocó que el lance de Moisés Muñoz sólo ayudara a adornar más su anotación. El 2-0 que acerca a los Panzas Verdes a su sexto título después de 23 años de sequía y aleja al América del soñado bicampeonato.