Caravana de unos 1.000 migrantes que partió la mañana de miércoles 1 de octubre de Tapachula, en la frontera sur de México, no busca llegar a Estados Unidos, sino quedarse en la capital mexicana.
Durante al menos los últimos ocho años, decenas de caravanas han partido desde este mismo lugar con una sola intención: cruzar la frontera norte y llegar a Estados Unidos.
Pero el llamado efecto Trump, es decir, el miedo a las políticas antiinmigración del gobernante estadounidense, ha tenido una consecuencia impensable hasta hace poco: los migrantes ya no buscan un nuevo futuro allí.
La caravana que partió este miércoles estaba conformada, en su mayoría, por cubanos. Lo que la vuelve aún más atípica.
Usualmente, la migración cubana intenta instalarse en Estados como Florida o Nueva York, donde tiene un arraigo histórico y familiar.
Antes de partir, un grupo de líderes que encabezaban la caravana hizo una pequeña convocatoria a la prensa para mandar un mensaje conjunto: “Nos vamos de Tapachula porque aquí nos tienen atrapados. Aquí no nos quieren dar papeles para vivir formalmente y para obtenerlos tenemos que pagar hasta 20.000 pesos (unos 1.000 dólares). No queremos llegar a Estados Unidos”, dijo Diana, una de las portavoces de la caravana.
Foto: Internet
Fuente: El País