300 productores del municipio de Izúcar de Matamoros incrementaron su ingreso mensual en un 400 por ciento al formar parte del programa de intervención del Tecnológico de Monterrey en Puebla, que consistió en implementar mejoras en el proceso de producción, obtención de capacidades, habilidades y actitudes, así como la colocación de los productos en el mercado.
En este último punto los alumnos Mitchell Hightower, John McGowan procedentes de la Universidad de Yale y Valeria Rojas de la Universidad Madero, definieron que la pitaya es un producto con potencial de exportación para el “mercado de la nostalgia”, localizado en California y Nueva York en Estados Unidos, entidades donde existe una alta concentración de migrantes poblanos.
Patricia Reyna Ontiveros, coordinadora de la línea de investigación Legado Base de la Pirámide y Migración del Tecnológico de Monterrey en Puebla, comentó que este incremento en los ingresos fue resultado de una metodología que consistió en identificar el producto o bienes sustentables que pueden explotarse de manera colectiva y así detonar el desarrollo económico.
“Esta metodología es la suma de varias metodologías a nivel mundial y hoy día es validada por la Universidad de Yale al participar en el proyecto de intervención con los productores de Izúcar de Matamoros”, resaltó la académica
De esta forma, el primer paso por parte del Tecnológico de Monterrey en Puebla fue integrar a los actores principales: instancias federales y estatales, productores y universidades; así como generar un proceso de capacitación en los rubros de la cadena productiva, tales como producción, habilidades de autogestión y cambio, conocimiento del mercado y educación financiera.
Con este programa fue posible que los productores hicieran mejoras en la nivelación de terrenos y curvas de nivel para garantizar una producción a largo plazo, pues la pitaya tarda tres años en producir la primera cosecha.
Estos procesos se implementaron en cerca de 25 mil hectáreas experimentales, incrementado los ingresos de los productores de 5 mil a 25 mil pesos mensuales, y la expectativa es cubrir las 90 mil hectáreas que generan este producto en Izúcar de Matamoros.
“Con esta intervención se han conformado las condiciones óptimas, ya que una hectárea debe producir 1000 pitayos, lo que representa dentro de las hectáreas trabajadas una producción trimestral de 40 mil toneladas en promedio”, mencionó Reyna Ontiveros.
Programa de educación en Cuautlancingo
Crear una escuela de oficios para aprovechar la experiencia y conocimiento de la empresa Volkswagen con la comunidad de Cuautlancingo es la apuesta de la regidora Mayra Ramírez Escamilla por incrementar los niveles de educación en esta zona.
Miguel Ángel Tinoco Castrejón, coordinador del Programa Pasión por la Lectura en este municipio, comentó que este proyecto responde a una realidad en la que sólo 3 de cada 10 alumnos que ingresan a Prescolar terminan su Secundaria.
Por esta razón, el Tecnológico de Monterrey junto con los alumnos de la Universidad de Yale, Eleanor Woodward y Calvin Harrison, realizaron un análisis con la comunidad para determinar los oficios más adecuados a impartir en esta escuela, que busca capacitar en inicio a 300 personas que viven en los alrededores de la planta Volkswagen.
Calvin Harrison destacó que los oficios técnicos a enseñar corresponden a mecánico, eléctrico industrial, soldadura y computación, así como la práctica de valores como la ética y honestidad.
Tinoco Castrejón mencionó que que esta escuela posiblemente entre en operaciones a partir de agosto, ya que contará con apoyo del Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Puebla (ICATEP) en lo referente a la emisión de constancias y capacitación; y de Volkswagen en cuanto al equipamiento.