Excélsior
MOSCÚ, 19 enero.- El presidente ruso, Vladimir Putin, ofreció garantías a atletas y aficionados gay que quieran acudir a los Juegos Olímpicos de invierno en Sochi, pero defendió su ley contra propaganda homosexual.
La gente tiene diferentes orientaciones sexuales. Acogeremos a todos los deportistas y visitantes de los Juegos Olímpicos”, declaró Putin en una entrevista con varios canales de televisión rusos y extranjeros grabada en Sochi y difundida cuando quedan menos de tres semanas para la inauguración de la competición, que se desarrollará entre el 7 y el 23 de febrero.
Las preocupaciones internacionales sobre la forma en que los gays serán tratados en Sochi han sido respondidas con promesas de las autoridades rusas y organizadores de los juegos de que no habrá discriminación.
Putin reafirmó esas promesas.
No debe haber temores para las personas con orientación no tradicional que planean venir a Sochi como invitados o participantes”, señaló en la entrevista.
Una ley aprobada en Rusia el año pasado que prohíbe la “propaganda de relaciones sexuales no tradicionales” hacia menores ha provocado indignación a nivel internacional.
La ley ha generado un aumento del rechazo hacia los gays en la sociedad rusa; de acuerdo con activistas de derechos humanos, los abusos y acosos a esa comunidad van en aumento.
Una ley ha sido adoptada recientemente prohibiendo la propaganda, no sólo de la homosexualidad, sino de la homosexualidad y de los abusos sexuales a niños. Pero no tiene nada que ver con perseguir a gente por su orientación sexual”, aclaró Putin.
Por eso las personas que tengan esta orientación no tradicional y que tengan la intención de venir como invitados o a participar a los Juegos no deben temer nada”, añadió.
Deporte y política
El mandatario ruso minimizó además la decisión de algunos dirigentes, en señal de protesta, de no asistir a la inauguración de los Juegos, en los que el jefe del Kremlin se ha implicado personalmente y de los que quiere hacer un escaparate de Rusia.
Algunos jefes de Estado y de gobierno no suelen venir a la inauguración”, dijo Putin.
Es una buena oportunidad […] para hablar, discutir de algunas cosas pero no me gustaría mezclar deporte y política”, añadió.
Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Francia, François Hollande, así como la jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel, anunciaron que no irán a Sochi.
Putin reiteró también que Rusia hará “todo lo posible” para garantizar la seguridad de los Juegos, una cuestión de actualidad después de que la rebelión islamista del Cáucaso, donde se encuentra Sochi, prometiera impedir su celebración.
Treinta y cuatro personas murieron a finales de diciembre en Volgogrado, a unos 700 kilómetros de Sochi en unos ataques no reivindicados pero cuyo modus operandi se parece al de los rebeldes islamistas del Cáucaso Norte.
Nuestra tarea como organizadores es garantizar la seguridad de los participantes y de los espectadores de esta fiesta deportiva, y vamos a hacer todo lo posible en este sentido”, declaró Putin.
Preguntado sobre el coste colosal de los Juegos (50 mil millones de dólares, los más caros de la historia), Putin aseguró que no había habido hechos de “corrupción a gran escala”.