En 2010, el gobierno del presidente Felipe Calderón tuvo “insuficiencias” económicas que iniciaron una tendencia sistemática de sufragar el gasto público con los ingresos, lo que puso en riesgo las finanzas públicas del país, dio a conocer Milenio Noticias.
Además, la Auditoría Superior de la Federación, en su análisis de la Cuenta Pública 2012, proyectó que este “deterioro progresivo” iba a tener un impacto en 2013 y 2014.
De acuerdo con el documento, dos años antes de la salida del mandatario panista, durante el paso de Ernesto Cordero y José Antonio Meade en la Secretaría de Hacienda, hubo una desviación entre el déficit presupuestario solicitado, aprobado y ejercido, lo que condujo a un creciente endeudamiento.
La deuda bruta del sector público federal como proporción del PIB pasó de 32.9 por ciento en 2011, a 34.3 por ciento en 2012, “la más alta en los últimos 12 años”.
La ASF señaló que lo anterior dio origen a una “tendencia sistemática de los ingresos para financiar el gasto público”, que puso en riesgo las finanzas públicas.
“En el periodo 2007-2012, el gasto público se expandió en términos reales a una tasa promedio anual de 4.5 por ciento, superior a la de 2.6 por ciento que experimentó el crecimiento de los ingresos.
“Esta tendencia pone en riesgo la estabilidad futura de las finanzas públicas, al depender los ingresos del gobierno de las fuentes petroleras, que concentraron 33.7 por ciento total, y en el que además se observa una caída de la plataforma de producción, y el riesgo de una baja en el precio del petróleo”, detalla el informe.
Además, puntualiza que las necesidades financieras del sector público crecieron más rápido que los ingresos y que la economía en su conjunto.
El reporte consigna un “deterioro progresivo del indicador costo financiero-balance primario”; por ello estimó que en 2013-2014, el costo financiero de la deuda rebasaría el déficit primario del gobierno en alrededor de 400 mil y 600 mil millones de pesos, respectivamente.
Se reveló que a pesar de que “en los últimos tres años 2010-2012, se acumularon ingresos excedentes por 583 mil 699 millones de pesos, pero que no se destinaron a reducir los déficits de los balances presupuestarios, sino a financiar la expansión del gasto público”.
Asimismo se determinaron los principales rubros de gasto público que ejercerían presión a las finanzas públicas: gasto en salud, incremento de la matrícula en educación superior y el crecimiento pasivo pensionario.