Dick Smith, el “Padrino del Maquillaje”, que fascinó y aterrorizó a cinéfilos con sus inolvidables transformaciones de Marlon Brando en El padrino y Linda Blair en El exorcista, entre otros, falleció a los 92 años.
Smith, el primer artista de maquillaje honrado con un Premio de la Academia a la trayectoria, murió el miércoles por la noche en California por causas naturales. Sue Cabral-Ebert, del Sindicato de Maquilladores y Estilistas, confirmó su deceso a The Associated Press.
“Nuestras vidas han sido bendecidas por el inalterable amor de nuestro padre y les agradecemos desde el fondo de nuestros corazones sus amables palabras en su memoria”, dijeron los hijos de Smith, David y Douglas Smith, en un comunicado.
Considerado como el maestro en su campo, Smith ayudó a innovar con materiales hoy comunes, como la espuma de látex líquido, a lograr efectos especiales más realistas y espectaculares. Fue conocido y querido por su generosidad, ya sea intercambiando cartas sobre su arte con un adolescente J.J. Abrams o enseñando al artista de efectos especiales laureado con el Oscar Rick Baker, que en 2011 le entregó a Smith su estatuilla honoraria.
“Llevó el maquillaje completamente a otro nivel; es increíble lo que este hombre ha hecho”, dijo Baker, cuyos créditos incluyen Men in Black (Hombres de negro) y el video “Thriller” de Michael Jackson, en la ceremonia.
“Su trabajo inspiró a toda una generación de artistas emergentes”.
Con la ayuda de Smith, un Brando de mediana edad se transformó en el patriarca con papada Vito Corleone, la adolescente Blair en un demonio con cicatrices y mirada salvaje, y William Hurt en una masa de protoplasma en Estados alterados.
Smith y Paul LeBlanc compartieron un Oscar en 1985 por su trabajo para Amadeus, en la que Smith pasó horas cada día convirtiendo al actor F. Murray Abraham, entonces de 44 años, en el anciano rival de Mozart, Antonio Salieri.