Apenas el 17 de mayo, Luz Raquel Padilla Gutiérrez denunció en Twitter las amenazas de muerte que recibió, después de ser atacada por primera vez con cloro industrial en Jalisco.
Letreros amenazantes fueron escritos en el edificio en el que Luz Raquel vivía y ella los publicó en redes sociales. Se trataba de leyendas como éstas: “Te voy a quemar viva”, “te vas a morir machorra”, entre otras.
“Hasta cuando voy a tener que vivir con miedo de que me pueda pasar algo y a mi familia y mi agresor sigue campante por la ciudad con el peligro de seguir haciendo daño”, escribió Luz Raquel en Twitter.
Etiquetó a la fiscalía y al gobierno de Jalisco, así como al Centro de Justicia para las Mujeres de esa entidad.
Casi dos meses después, la noche del sábado, un grupo de tres hombres y una mujer la quemó tras arrojarle una sustancia en un parque de Zapopan, cerca de su casa.
La mujer fue atendida por paramédicos y la trasladaron al antiguo hospital civil de Guadalajara donde era atendida por quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo.
Lamentablemente el día de ayer falleció, se sabe que la fiscalía de Jalisco ya investiga el caso como feminicidio.
Y reconoció que sabía del caso de Luz Raquel, ya que había denunciado a un vecino, por amenazas, tras tener problemas relacionados con la convivencia.
“La víctima contaba con una denuncia previa por el delito de amenazas en contra de un hombre quien es vecino de la mujer por problemas relacionados con la convivencia vecinal”, tuiteó la fiscalía.
Un colectivo feminista señaló que las constantes amenazas en su contra fueron por la intolerancia del presunto agresor por los ruidos que su hijo, de 11 años y con espectro autista, hacía en los momentos de crisis.
“Luz Raquel recibía constantes amenazas de muerte en su domicilio en contra de ella y su hijo debido a la intolerancia por los ruidos que su hijo hacía en los momentos de crisis”, tuiteó el colectivo feminista.
También recordó que había sobrevivido al primer ataque con cloro industrial, pero las autoridades desestimaron su denuncia, pese a que había pedido ser integrada al programa de protección “pulso de vida”.
“Luz Raquel sobrevivió a un ataque con cloro de uso industrial en la zona del tórax, nuestra compañera presentó una denuncia ante la comisaría de Zapopan, sin recibir debida atención ni seguimiento a su denuncia”, escribió el colectivo.
Le negaron la protección porque consideraron que las amenazas no eran causa suficiente para ser beneficiaria.
