Padres de familia y estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), exigieron un alto a la represión en Puebla ya que no quieren que ocurra otro caso Ayotzinapa, lo anterior tras la violación a los derechos humanos de los siete universitarios que fueron detenidos por policías ministeriales este fin de semana, quienes presuntamente atacaron con bombas molotov edificios públicos.
En conferencia de medios Antonio Parra Ortega, padre de Dulce Carolina Parra Escalona, detenida el viernes con lujo de violencia por su supuesta participación en el ataque a las oficinas del INE, un paradero del RUTA y a la Secretaría de Economía, dijo “no queremos un segundo Ayotzinapa, donde torturen, asesinene y desaparezcan a nuestros jóvenes”.
De acuerdo a la nota publicada en el portal e-consulta por la madrugada, Juan Carlos Tepole Ixtacua, Axel Jiménez Morillo, Ana Rosa Zilli Colorado, Erick López Cruz, Shariff Guerrero Contreras, Carlos Arafat Rosas Burguess y Dulce Carolina Parra Escalona, fueron arrestados de manera violenta, aunque sus abogados indicaron que no existen elementos claros que los señalen de algún delito, ya que se les detuvo por una acusación anónima.
Por su parte Carlos Arafat, hijo del académico de la BUAP, Miguel Ángel Rosas Bourguess, comentó que agentes ministeriales llegaron a su domicilio la madrugada del viernes sin presentar una orden de cateo y de detención, sometieron a su padre y a él lo encañonaron.
El estudiante de Sociología mencionó que los agentes se llevaron todos los teléfonos celulares, equipos de cómputo y tabletas que había en su casa, así como su camioneta. Aunque no hallaron el material explosivo similar al que supuestamente habían detonado en los edificios públicos la madrugada del pasado lunes.
Cuando los policías subieron a Arafat a la camioneta para llevarlo a la PGJ se percató que iban en la misma unidad dos de sus compañeros, los cuales estaban golpeados y esposados.
Después en las oficinas de la PGJ, ubicadas en la calle 31 oriente y el boulevard 5 de mayo, los policías ministeriales los tuvieron incomunicados por más de tres horas, sin decirles siquiera bajo qué cargos se les detuvo.
Posteriormente les tomaron sus declaraciones y les hicieron firmar un documento para su liberación, sin embargo, al poco rato les dijeron que estaban detenidos, por lo cual los trasladaron a los separos, donde finalmente les informaron que saldrían con reservas de ley.
“La verdad sí es una situación de peligro y tememos por nuestras vidas, por nuestra libertad. Nosotros no hicimos absolutamente nada, a nosotros se nos señala como a muchos presos (políticos) que hay en Puebla sin absolutamente nada de pruebas”, puntualizó el estudiante.
Además, Carlos Arafat Rosas Burgees expuso que pese a lo señalado por las autoridades, no se tienen pruebas en su contra por los ataques a las oficinas del INE, la secretaría de Economía así como un paradero de RUTA y que los materiales que fueron decomisados en sus domicilios al momento de su aprehensión la madrugada del viernes corresponden a movimientos sociales como el #YoSoy132, que datan de más de 2 años, por lo que no demuestran lo que se les quiere imputar.
El universitario acusó que a más de 24 horas de su arresto, sus domicilios están cerrados por las autoridades, por lo que incluso no han podido ingresar a cambiarse de ropa, lo cual consideran como una agresión más en su contra.
Es importante recordar que durante horas la Procuraduría General de Justicia (PGJ) negó el acceso a los abogados al expediente de los jóvenes, quienes denunciaron violaciones a sus derechos humanos, como golpes, falta de atención médica y que no les brindaran agua o alimentos, durante las casi 24 horas que estuvieron detenidos.
Aunque los siete estudiantes jóvenes fueron liberados este sábado alrededor de las 2:20 horas, la PGJ indicó que existen reservas en su contra, es decir, que pueden ser arrestados en cualquier momento, ya que la averiguación previa se está integrando y porque no fueron sorprendidos en flagrancia.