Causa y Efecto/ Por José Antonio de la Vega Moreno
El político, el empresario, el comerciante, el líder, el comunicador, el asistente, el aliado y hasta el amigo, en Puebla, no se escapa nadie del espionaje en cualquiera de sus modalidades, pues todo lo que digas muy pronto podrá ser utilizado en tú contra o en tú favor, en cualquier campaña política.
Ayer en se dice que, se manifestó que no nada alejada la versión de que el gobierno del Estado interviene y espía a la candidata del Partido Revolucionario Institucional, Blanca Alcalá Ruiz, pues es la marca de un gobierno paranoico y con costumbres de espionaje.
El gobernador, Rafael Moreno Valle, lo debe saber cuándo en el 2005 -se presume- que espió y mandó a intervenir teléfonos y celulares de sus vecinos, donde por cierto, se habla que salió de ahí, la fatídica llamada entre el ex gobernador, Mario Marín Torres y el empresario poblano, Kamel Nacif.
En Puebla todo mundo es espiado, vigilado e intervenido. Rafael Moreno Valle siempre ha tenido esa costumbre, espiar, vigilar e intervenir a todos, no solo a sus opositores o enemigos, sino a sus cercanos y amigos, por ello, tanto poder que ejerce entre panista, perredistas, presidentes municipales y claro está, entre el primer nivel de su equipo.
Nadie se salva. Mucho menos los candidatos que están en medio de una guerra política electoral. Por lo que, la reacción del líder priista, Jorge Estefan Chidiac en rueda de prensa en donde dio a conocer el espionaje de la que sufre la candidata del PRI, nada es nuevo.
Puedo presumir, que está sufriendo espionaje también, Roxana Luna candidata del PRD, la candidata independiente, Ana Teresa Aranda, Abraham Quiroz de Morena y claro, no debe faltar sin alambres su propio candidato, Antonio Gali Fayad.
En Puebla, todos estamos siendo espiados, vigilados y observados.
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Puebla cercado por la delincuencia.
La capital poblana, la cuarta ciudad más importante del país, se encuentra cercado por la delincuencia. Por un lado, San Pedro y San Andrés Cholula, Cuautlancingo, Coronango, con una alta violencia contra la sociedad.
Las muertes, los asaltos, los robos y los levantones, son la constante en esos municipios cercanos a Puebla.
Por el otro lado, Amozoc, Acatzingo y Tepeaca conforman el triángulo “Dorado” donde el robo de hidrocarburos se ha incrementado y lacera las arcas nacionales.
Se dice que los presidentes municipales de esos tres municipios se encuentran coludidos con el robo de combustible, tendrán que demostrar lo contrario ante la sociedad y ante quienes presumen esa posibilidad.
Por todo ello, el crimen organizado tiene abrazado a la capital poblana y lo cerca cada vez más.
Puebla siendo la cuarta ciudad más importante del País, sufre de lo que décadas careció, el robo de hidrocarburos, los asaltos, muertes y levantones, por el crimen organizado.
Ni hablar.