Dilma Rousseff lucha por sobrevivir en el cargo

RÍO DE JANEIRO.

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, luchará esta semana por su supervivencia política en el Congreso, los tribunales y las calles, pero sus posibilidades de lograrlo están menguando, estiman analistas.

Rousseff enfrenta en el Congreso un juicio político por supuestamente maquillar las cuentas públicas, mientras la máxima corte electoral estudia si su campaña a la reelección tuvo financiamiento ilegal.

Esas amenazas parecían haber disminuido en las últimas semanas. Incluso los bajísimos niveles de popularidad de Rousseff estaban subiendo modestamente.

Pero el viernes se lanzó contra su izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) lo que el analista Gabriel Petrus calificó de “bomba atómica”: el traslado forzado del carismático expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, mentor y predecesor de Rousseff, a declarar ante la Policía por el escándalo de corrupción en la estatal Petrobras.

Lula está acusado de aceptar sobornos por unos dos mil millones de dólares de compañías constructoras, pero él lo niega y lo califica como un “show mediático”.

Ambos campos, el oficialismo y la oposición, prometen ahora llevar la lucha a las calles del país, mientras los partidos de oposición en el Congreso se frotan las manos con el nuevo impulso que recibe el juicio político.

Petrus, de la consultora Barral M. Jorge Asociados de Brasilia, dijo que tanto Lula como Rousseff están contra las cuerdas, pero no se dejarán vencer fácilmente.

“El PT tendrá una estrategia del todo o nada”, dijo. “Creo que los dos bandos están preparándose para esa batalla”.

El PT tratará de mostrar sus músculos con una serie de protestas anunciadas en grandes ciudades para los días 8, 18 y 31 de marzo.

Pero analistas creen que la asistencia será mucho menor que en las protestas opositoras convocadas en todo el país este próximo domingo.

Rousseff ya aparece como una figura solitaria, con el Congreso paralizado y la economía atravesando por la peor recesión en un siglo.

“Rousseff apenas ocupa el cargo formal de presidenta de la República”, publicó ayer el diario O Estado de Sao Paulo en un editorial. “En la práctica ya no ejerce el poder, excepto por lo que marca el protocolo. Siempre habrá alguien en el Palacio de Planalto para servirle el café”.

De acuerdo con analistas la suerte de Rousseff tal vez no se decida en las calles ni en el tribunal superior electoral, sino en los despachos de fiscales y policías, donde exaliados y examigos involucrados en el escándalo en Petrobras están negociando reducciones de sus penas a cambio de suministrar información privilegiada.

Fuente: AFP y DPA

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