Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- Con el énfasis de que “ahora sí” las Fuerzas Armadas y la Policía Federal se coordinan y privilegian la inteligencia en contra de la delincuencia, el presidente Enrique Peña Nieto encabezó su primer desfile militar de Independencia, que coincidió con la conmemoración del Centenario del Ejército Mexicano.
Luego de las diferencias entre El Ejército, la Marina y la Policía Federal que dominaron en el sexenio de Felipe Calderón, la parada militar por el 203 aniversario de la Independencia de México fue una muestra más de las capacidades militares de apoyo a la población civil que demostración de fuerza que caracterizó a los desfiles conmemorativos del gobierno pasado.
En el afán del nuevo gobierno de dar una idea de la coordinación, a lo largo del desfile marcharon juntos agrupamientos del Ejército, la Marina y la Policía Federal, apoyados más en equipos de transporte que en material bélico.
Tanto el Ejército como la Marina pusieron más importancia en demostrar sus equipos de auxilio a la población civil, incluso aviones no tripulados de reconocimiento, con sus respectivos Plan DN-III-E y Plan Marina.
La Policía Federal desfiló detrás del Ejército y la Marina, Armada de México, y a su paso la transmisión oficial indicó que sus despliegues en contra de la delincuencia organizada se apoyan más en operaciones de inteligencia que en desplazamientos terrestres, como ocurrió en el pasado reciente.
La corporación, sin embargo, no pudo presentar la anunciada Gendarmería Nacional, el cuerpo con el que Peña Nieto pretende sustituir a los militares en labores de seguridad pública.
Se espera que el próximo año ya desfile la que será una nueva División de la Policía Federal, cuya integración definitiva está anunciada para julio de 2014 y dispondrá de cinco mil efectivos civiles.
El plan original de Peña Nieto era que la Gendarmería ya participara en este desfile, pero las diferencias al interior del gabinete de seguridad lo impidieron, sobre todo porque el Ejército, que iba a aportar el mayor número de elementos y el entrenamiento, pretendía quedarse con el control del nuevo cuerpo.
La Policía Federal depende de la Secretaría de Gobernación a través de la Comisión Nacional de Seguridad, a cargo de Manuel Mondragón y Kalb, quien se sumó al balcón presidencial hasta que desfilaron los hombres a su mando.
La parada fue comandada por el subsecretario de la Defensa Nacional, el general Virgilio Daniel Méndez Bazán, quien en su parte final informó que el contingente militar que desfiló estuvo integrado por 19 mil 51 elementos del Ejército, Fuerza Aérea, Marina y la Asociación Nacional y la Federación Mexicana de Charros.
También participaron 456 militares de 18 países, que acudieron como invitados al Centenario del Ejército. Entre los contingentes extranjeros estuvieron efectivos de los ejércitos de China, Rusia, Estados Unidos, Francia, España, Canadá. También, militares latinoamericanos de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Honduras, Perú y Uruguay.
Fue la tercera ocasión en que participan contingentes extranjeros. Las otras dos fueron en 1910 y 2010, en el Centenario y el Bicentenario de la Independencia.
A lo largo de las dos horas y media del desfile, cuatro mil 800 elementos militares escenificaron cuadros murales sobre la Independencia, la Revolución y características de las Fuerzas Armadas mexicanas.