Palabra Libre Por Juan Carlos Lastiri
En México el tema de la educación es central para el ejercicio de cualquier Gobierno. Por esto, el primer tema en impulsarse como uno de gran trascendencia para nuestro país fue la Reforma Educativa. Si bien el llamado Estado del Bienestar proclamó al Gobierno como garante de los derechos sociales básicos de los individuos e hizo que se ocupara de la provisión de los mismos, hoy el Estado ha evolucionado y se observa que la cobertura de servicios básicos educativos se ha logrado casi en su totalidad pero, al parecer, el énfasis en la calidad de la misma no es el adecuado para los retos que un mundo global nos impone.
De acuerdo al Foro Consultivo para la Ciencia y la Tecnología (FCCyT) de nuestro país, hoy se observa que existen ciertas tendencias en el mundo que permiten suponer que las distintas economías, basadas en sus capacidades científicas, tecnológicas y de innovación (CTI), tienen posibilidades de apropiarse de conocimientos, transformarlos y aplicarlos en su beneficio ya que, a través de esto, aumentan sus probabilidades de atraer inversiones, de tener mejores herramientas para fomentar el crecimiento económico, de generar más y mejores empleos y de ofrecer a sus residentes un mayor bienestar. Las capacidades mencionadas parecen tener una relación directa con la formación de capital humano, lo que podemos entender como oportunidad de asistencia a la escuela y calidad de la educación. Y también muestran esta relación con dos puntos clave para la formación de este capital, a saber la inversión en ciencia y tecnología de cada entidad y, los recursos humanos que se dedican a tareas de investigación.
Sin embargo estas dos últimas tal parece que están adaptadas a la primera condición de la formación del capital humano, ya que este nutre y fortalece a las dos condiciones últimas. En este sentido tal como lo expresó el Presidente, Enrique Peña Nieto, en el objetivo de que alumnos y maestros puedan superar la brecha digital e interactuar con otras comunidades de aprendizaje, “México ha emprendido importantes transformaciones, tanto en su sistema educativo como de su economía”; con algunas acciones que se llevan a cabo “para hacer de la educación de calidad y la innovación nuevos motores de desarrollo y progreso para nuestra nación”. La Reforma Educativa, el incremento gradual para el gasto en Ciencia y Tecnología hasta lograr el 1% del PIB y la Reforma en Telecomunicaciones, sin duda apuntan a este gran objetivo que, como lo señala el Foro, ha demostrado ser el motor del desarrollo de otras economías.
En 2013 el FCCyT publicó su Ranking de CTI y ahí se observa que, con la excepción de Campeche que está en los últimos lugares de este ranking, tal parece que existe una correlación entre el rezago social y el porcentaje de población en pobreza para los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, mientras que las entidades con la mejor posición muestran los valores más bajos para rezago social y porcentaje de pobreza, y estas son el D. F., Nuevo León y Querétaro. Entonces a mejor posición en el ranking tal parece que implica menor rezago social y pobreza. Bajo este contexto entonces podemos entender porque hoy uno de los elementos distintivos de la Reforma Educativa es la evaluación docente.
Esta implica un nuevo modelo que beneficia a todos, a maestros y alumnos por igual, con el objetivo de mejorar la calidad educativa. A través de esta se asegura que, por primera vez, los ascensos sean obtenidos con base en el mérito de cada maestra y maestro de México. Se trata de un verdadero cambio de paradigma que enfrenta resistencia de algunas minorías, pero como lo ha señalado el Presidente Peña, esto “es una obligación constitucional, y estamos para cumplirla”.
Sin duda es importante apuntalar la inversión en el sector que puede abrirnos nuevas oportunidades a través de aprovechar los espacios que abre la economía del conocimiento pero, se requiere de recursos humanos de calidad para lograrlo. Hoy estamos ante el reto de cumplir las grandes reformas que pueden incidir para tenerlos y fortalecer la productividad de estas inversiones, esta parece ser la oportunidad histórica de hacer de México el país con los valores sociales y el crecimiento económico que todos visualizamos.