La elevación de los precios de los productos de la canasta básica, aunada a la caída del ingreso de millones de familias provocan una caída del consumo; así lo confirman los últimos reportes analizados por la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), los cuales, además, señalan una baja del consumo de los mexicanos de 1.9 %, ligada a la pérdida de confianza de los consumidores que decayó a un 42.7%, la caída de la actividad industrial en 0.52%, los servicios en un 6.7% y la venta de vehículos en un 13.15%.
Estos son indicadores que decantan una desaceleración en nuestra economía, nota discordante del festejo anticipado de los corifeos oficiales en su imaginario decrecimiento, más de ganas que de hechos y realidades.
“La recuperación económica nacional, a estas alturas del 2021, es frágil e inestable. Hay muchas razones, todas enmarcadas por la devastación de la pandemia del Covid-19. Incrédulos escuchamos por muchas vías que la pandemia ha cedido, que su tercera ola ha amainado, ofreciendo un respiro al reducirse el número de contagios, hospitalizaciones y muertes. El problema es que tenemos memoria, la sociedad y el mercado tienen memoria y no nos vamos con el canto de las sirenas, ya que el Covid nos la ha hecho, nos ha hecho la finta, engañándonos con su oleaje que hasta ahora hemos logrado sortear, pareciera que todo acaba y regresa con más furia y mayor letalidad”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Por ello, ANPEC no lanza las campanas al vuelo ni pierde de vista el hecho de que el Covid sigue mutándose y presentando nuevas cepas. La pandemia no ha sido controlada aún, nos toca lidiar con ella un tiempo más, atestiguando cómo incrementa su negra estadística que al corte consigna 3 millones 550 mil contagios y 270,538 decesos.
“El invierno es una estación que seguro incidirá en la gesta de una eventual cuarta ola Covid. Los estragos de la variante Delta de la tercera ola se suman al temor fundado de que está por venir una cuarta ola con la llegada del frío. Esta incertidumbre explica la caída del consumo, la pérdida de confianza de los consumidores y los inversionistas que no permiten cuajar de manera sostenida la recuperación de la actividad industrial y de servicios que mueva nuestro mercado interno”, explicó Rivera.
Obviamente ANPEC está a favor de la reactivación, pero “no nos chupamos el dedo”, “no somos niños de pecho”, “no nos gusta que nos cuenten las muelas”. Por eso, sabemos que si no somos precavidos, si no nos hacemos corresponsables del regreso a las calles, lugares públicos, clases y trabajos presenciales y lo hacemos como si nada hubiera ocurrido, sin observar los protocolos de prevención anticovid (lavarse constantemente las manos, sana distancia, no aglomerarse, uso obligatorio de cubrebocas), podemos afirmar dos cosas: En los próximos meses se dará una Cuarta Ola Covid y no lograremos consolidar la necesaria y tan anhelada recuperación económica en nuestras vidas.
No debemos desandar lo andado, caer en el embrujo de un deja vú y permitir que el Covid nos la vuelva a hacer una y otra vez y siga arrebatando nuestra salud y la vida de muchos de nuestros seres queridos. Huelga decir la responsabilidad que tienen las autoridades en todo esto, encargados de conducir a la población por el camino correcto que nos libre de esta horrorosa pesadilla.
La presente advertencia la hacemos porque se está a tiempo de evitar una desgracia mayor. No bajemos la guardia, sigamos observando los protocolos anticovid y, de una vez por todas, entendamos que esta pandemia aún no termina.
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