BANGKOK, 27 de enero.- El Comité Electoral de Tailandia instó el lunes a posponer la elección nacional planeada para la próxima semana, y advirtió sobre más derramamiento de sangre luego de los violentos enfrentamientos ocurridos durante el fin de semana, reveló la agencia de Noticias Reuters.
Esto podría profundizar una crisis que amenaza con desgarrar al país. Los militares, que en el pasado efectuaron con frecuencia golpes de Estado para tomar el poder, en esta ocasión están manteniéndose fuera del debate, a pesar de los reclamos de los manifestantes antigubernamentales.
Como funcionarios electorales, nuestro trabajo es asegurar que los comicios se realicen de manera exitosa, pero también necesitamos asegurar que el país esté lo suficientemente en paz para que se lleve a cabo la votación”, dijo el miembro del comité Somchai Srisutthiyakorn.
No queremos que sea (una elección) sangrienta”, agregó.
El comité se reunirá el martes con la primera ministra Yingluck Shinawatra para debatir la fecha de votación.
Las protestas que apuntan a derrocarla ya entraron en su tercer mes y ha habido creciente especulación de que las fuerzas armadas intentarían un nuevo golpe de Estado, de los 18 que han tratado de concretar o han llevado efectivamente a cabo en 80 años de democracia interrumpida en la segunda economía más grande del sudeste asiático.
10 personas
han muerto desde que comenzaron los disturbios.
No obstante, en comentarios a periodistas, el comandante supremo de las fuerzas armadas, Thanasak Patimapakorn, se negó a manifestarse sobre si las elecciones deberían ser pospuestas.
El Comité Electoral y el Gobierno se reunirán para debatir esto mañana (martes). Los militares no podemos decir mucho más que eso”, agregó.
El Ejército también se ha negado en las últimas semanas a descartar una intervención.
El Comité Electoral sostiene que los meses de protestas han dejado al país en una condición demasiado inestable como para llevar a cabo comicios el 2 de febrero.
Ese argumento se vio alentado por el asesinato el domingo en Bangkok de uno de los líderes de la protesta antigubernamental, lo que elevó a 10 la cifra de muertos desde que se iniciaron las manifestaciones en noviembre del 2013.
Las protestas, centradas en la capital, cuentan con amplio respaldo de la clase media de Bangkok y la élite tradicional, que se oponen al mayoritario grupo de seguidores rurales de Yingluck y su hermano, el ex primer ministro Thaksin Shinawatra, quien abandonó el país tras un golpe militar en su contra en 2006.