Con la finalidad de compartir su experiencia de fe, así como renovar y confirmar el compromiso ante los retos del mundo actual de cara a Dios, un grupo de alumnos poblanos emprendieron un recorrido por Alemania, Austria, República Checa, Hungría y finalmente Polonia, para reunirse en el encuentro convocado por el Papa Francisco, al que asistieron alrededor de un millón y medio de jóvenes de todo el mundo.
La Jornada Mundial de la Juventud que comenzó con el Papa Juan Pablo II en 1984 en la Plaza de San Pedro, Roma, tiene como objetivo principal vivir por unos días en la comunidad de la Iglesia, escuchar la Palabra de Dios, participar en los sacramentos de la Confesión y de la Eucaristía, y proclamar la alegría de Jesucristo.
Cada Jornada exige una buena preparación del contenido que los jóvenes van a meditar durante sus encuentros. El tema de cada Jornada es escogido por el Santo Padre, quien envía a los jóvenes un mensaje central.
En esta ocasión, los alumnos Anáhuac llegaron a Cracovia; en donde participaron en la ceremonia de inauguración; asimismo, asistieron a la Catequesis, al Festival de la Juventud y al Centro Vocacional; durante el fin de semana se realizó la vigilia en el Santuario de la Divina Misericordia en Lagiewniki con el Papa y finalmente presenciaron la Santa Misa que concluyó el Encuentro.
“El hecho de ver a tantas personas reunidas por una misma causa, te da una sensación de paz y esperanza indescriptible, pero al mismo tiempo te hace cuestionarte ¿Por qué si existe tanta gente buena capaz de transformar positivamente a la sociedad, se presentan tantos casos de violencia e inseguridad alrededor del mundo?”, aseguró Manuel Benítez Walls, alumno de Ingeniería Industrial de la Universidad Anáhuac, quien motivó a la comunidad universitaria a seguir participando en este tipo de encuentros para generar propuestas al servicio de las personas.
Adicional a las dinámicas de la Jornada Mundial de la Juventud, los alumnos de la Universidad Anáhuac entre otras actividades, aprovecharon su estancia en Polonia para visitar la antigua casa de Juan Pablo II.
Es importante mencionar que este tipo de experiencias forman parte de las acciones de Vida Espiritual Anáhuac, área que se preocupa por promover dentro de la Universidad, un ambiente favorable para la vivencia convencida de la propia fe, en diálogo respetuoso con otras tradiciones religiosas, que conviven en armonía y unidad bajo el propósito común de la búsqueda de la verdad y el bien.