Jorge Marcelino Alejo
Con la reducción del financiamiento a partidos políticos para ahorrar miles de millones de pesos, y la disminución del número de diputados y senadores, para evitar despilfarro de recursos públicos, fue suficiente para que la población se manifestara por eliminar al Instituto Nacional Electoral –INE-, en la encuesta sobre la Reforma Electoral que propuso el Gobierno de la 4T.
Por eso, cuando el Instituto dio a conocer los resultados de la encuesta, se dijo en los corrillos políticos que se había dado “un tiro en el pie”.
Pero no fue así, hay otras piezas que conforman el escenario donde se da la interminable danza millonaria del Instituto.
Por ejemplo, los empresarios cuestionan los miles de millones de pesos que se entregan anualmente a partidos políticos, además, critican a diputados y senadores cuando llevan al Pódium iniciativas de impuestos que castigan las finanzas empresariales. Legislan para ajustar o inventar nuevos gravámenes.
Otro punto que les molesta de los legisladores, es que se caracterizan por haraganes. No trabajan como debieran pues arrastran enorme rezago legislativo.
Incluso al compararlos con sus empleados -de hecho son empleados del pueblo- señalan que por su deficiente rendimiento ya tendrían bajos salarios y menos canonjías.
Es por ello que al unirse el malestar de la población y el sector empresarial, le reventó la liga al INE y no le quedó otra que dar a conocer la encuesta sobre la Reforma Electoral que pide su desaparición.
Pero es un disimulo que el INE se haya dado un disparo en el pie, más bien, al difundir la encuesta se aplicó un correctivo y envió mensaje urgente a legisladores y a partidos políticos para que hagan lo mismo.
Si lo hacen, el correctivo es que senadores y diputados –incluidos los 32 Congresos Locales- que emanan de las elecciones políticas que valida el INE, tendrán que llevar la garantía de calidad que exige el trabajo legislativo.
Y por su parte, que los partidos políticos gasten el mínimo de recursos públicos.
En este año 2022, los legisladores gastan un presupuesto de 13 mil 900 millones de pesos, los partidos políticos –sin elecciones- habrán gastado hasta diciembre 5 mil 543 millones de pesos.
En 2023 tendremos que ver el ritmo en que se mueve esa danza millonaria, llámese como se llame el INE.
Es decir si los legisladores entienden el mensaje del INE trabajan duro y acaban con el rezago legislativo, y los partidos no dilapidan el dinero que el pueblo paga, al Instituto le será leve la trasformación que se le viene con la Reforma Electoral.
M E M O R A N D U M
EMPLEO
Está de no creerse, que se recuperen empleos perdidos en la pandemia.
Según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, en octubre de este 2022, la plantilla laboral es de 631 mil 105 personas, cuando en diciembre del 2019 eran 629 mil 401.
Aún más, la Secretaria del Trabajo y Previsión Social apunta que Puebla logra normalizar sus niveles de empleo, porque los nueve sectores económicos ya retoman su número de trabajadores.
Habrá que avisarles miles de poblanos que emigraron a Estados Unidos, que se está generando ocupación en la entidad.
Aunque el problema es complicado, porque de acuerdo a José Plácido Amigón presidente de la Confederación Internacional de Migrantes en el Extranjero, en los últimos cuatro años salieron de Puebla 95 mil personas porque no encontraron empleo.