Fernando Castillo @fercastillo10
Alrededor de 60 sexoservidoras exigieron al edil capitalino Antonio Gali Fayad, las deje trabajar en la vía pública ya que las últimas semanas han sufrido intimidaciones y levantones por parte de los elementos de seguridad pública municipal.
Tras la marcha que realizaron desde el parque de los mariachis ubicado en la 10 poniente y 11 norte caminaron hacia el Paseo Bravo y arribaron al Palacio Municipal ubicado en calle Juan de Palafox y Mendoza, donde amagaron en caso de no ser atendidas sus peticiones por parte del ayuntamiento realizarán una marcha la próxima semana con ropa que utilizan para trabajar.
En entrevista Iris Diana pidió tolerancia por parte de las autoridades municipales ya que no son rateras “simplemente queremos trabajar por necesidad, venimos a exigir al ayuntamiento que si no nos quieren en el centro, nos den una zona de tolerancia para que nos dejen trabajar a todas”.
Diana descartó que sea víctima de trata de personas o tenga a un “padrote”, simplemente piden a las autoridades las deje trabajar ya que realizan esta actividad por necesidad y llevar el sustento a sus familias.
Señaló que han sido víctimas de los policías municipales pues utilizan la violencia para subirlas a la patrulla durante los operativos por lo que señaló que los elementos violan sus derechos humanos al recibir un trato agresivo.
“No tenemos que ser tratadas así, como delincuentes, nos tratan peor que a rateros, apenas el martes en plena tarde unos delincuentes asaltaron a un transeúnte y los policías no le hicieron nada al contrario lo dejaron ir y nosotras nos corretean, nos llevan a la cárcel para impedirnos trabajar y eso no es justo”, dijo.
La joven comentó para Controversia Puebla que a raíz de que comenzaron los operativos sólo realizan de tres a cuatro servicios al día cuando anteriormente hacían hasta 10 sexo servicios, afirmó que por cada trabajo cobran entre los 150 y 180 pesos y de esta tarifa aportan el cincuenta por ciento para el hotel por lo que se vienen quedando con 300 pesos al día lo que consideró como insuficientes para sobrevivir ya que con los levantones de los policías tienen que pagar fianzas hasta por mil quinientos pesos.
Por su parte Erika Dafne Michel dijo que desde hace dos años las autoridades municipales les han clausurado los hoteles en donde podían laborar libremente y por ese motivo fue que recurrieron a salir a las calles a trabajar, sin embargo, no ha cesado el hostigamiento por parte de los policías municipales hacía nuestra persona, “sino somos explotadas entonces somos delincuentes y nos piden mil quinientos de multa y lo único que hacemos es trabajar por necesidad”.
“Pasan a toda hora y nos amenazan que si nos retiramos de la vía pública nos levantarán y nos llevarán a la cárcel, por eso venimos a pedirle a las autoridades ya frenen el acoso y liberen a las personas que nos daban la oportunidad de trabajar en los hoteles”, aseveró.
La joven de 25 años afirmó que en el Centro Histórico, existían más de 35 sitios con 30 años de tradición en la zona de tolerancia y a partir de la persecución sólo quedan dos hoteles abiertos.
“Hace dos años se empezaron a llevar a las persona que nos daban la oportunidad de trabajar ahí, los policías llegan y se los llevan como si ellos nos explotaran pero no es así ya que ellos únicamente nos permitían ofrecer el servicio a los poblanos que los necesitan tanto”.
Aseguró que ellas son supervisadas cada tres meses y cumplen todas las normas ante la Secretaría de Salud para no contraer enfermedades de transmisión sexual con el objetivo de no infectar a sus clientes.
Finalmente las sexoservidoras se retiraron a sus lugares de trabajo para realizar con sus actividades, pero advirtieron enregresar con lencería y ropa de trabajo si las autoridades no les cumplen sus peticiones.