Por Fernando Castillo
El gobernador Miguel Barbosa Huerta, exhortó a la población a denunciar de manera directa con él, el registro de tomas clandestinas a los ductos de Pemex, ya que los recibirá de manera personal o la otra vía es en la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en el número 089 para presentar la queja de manera anónima, esto con el objetivo de evitar otra tragedia como la de San Pablo Xochimehuacan.
El jefe del Ejecutivo estatal aseguró que el robo de combustibles tiene que ver con un solapamiento, ya que de acuerdo a las investigaciones las gaseras son quienes compran el hidrocarburo robado, además de que las bandas delincuenciales involucran a ciertos vecinos en este fenómeno delictivo, no obstante, mencionó que de manera inicial todos los habitantes de Xochimehuacan son afectados por esta explosión pero llegarán a fondo en el caso.
“Hay un número abierto para denunciar de manera anónima de la SSP, sin embargo, les diría aquí está el gobernador, vengan conmigo, a denunciar todas las noticias, todo lo que saben sobre el tema de tomas clandestinas, yo los recibo, el otro es las vías directamente por las vías que investiga que es la Fiscalía, la propia SSP, el Ayuntamiento municipal a través de sus policías porque todo esto es un solapamiento, cuando lleguemos a fondo vamos a dar porque funcionan este tipo de cosas”, apuntó.
Barbosa Huerta, celebró el anuncio del Ayuntamiento de Puebla de que llevará a cabo una revisión de todas las áreas donde atraviesan los ductos y asentamientos irregulares en la capital poblana, con el objetivo de evitar la presencia de tomas clandestinas, pues consideró que la zona de Xochimehuacan, jamás debió ocuparse con la construcción de casas en lugares prohibidos.
En este sentido, el mandatario estatal expresó que verificarán todas las denuncias que están haciendo las familias damnificadas de San Pablo Xochimehuacan a través de medios de comunicación, ya que podrían tener otras intenciones, luego de que reportaron que supuestamente están viviendo en la calle en casas de campaña, no tienen energía eléctrica y tampoco han recibido ningún tipo de ayuda.