Ejercicios Dialécticos / Por Antonio García
Ya lo ven, la vida es así.
I. La tertulia
Corría el año del 2013, quien esto escribe era el director del ciclo de tertulias de la asociación civil “Diálogos”, el invitado en el cuarto encuentro fue el entonces director del Instituto Poblano de la Juventud: Guillermo Almazán Smith.
Se le preguntaba a modo, y le adulaban por parte del ala derechista que conformaba la asociación y sus invitados, para su compañero de partido.
Cuando fue el momento de mi intervención, Guillermo ya se notaba un poco nervioso, me había ganado el papel del miembro incendiario de la asociación que hacía las preguntas más incómodas.
Pregunté la forma de representar a jóvenes con diferentes convicciones ideológicas, y el método de inclusión de los jóvenes en la formulación de su política pública.
Pero la que fue mi ‘combobreiquer’ fue el motivo de la desconcentración del Instituto, ya que era un OPD con patrimonio e identidad propias.
Por supuesto que el director logró librarla en un cantinfleo político que convenció a todos excepto a mí.
II. Dialéctica digerible
El anterior preámbulo, es necesario complemento para la explicación del título de esta columna en Controversia Puebla.
Muchas personas podrían decir que la dialéctica es un asunto de iniciados, académicos o intelectuales.
Pero me parece que podemos hacer ejercicios dialécticos digeribles para todos.
La dialéctica que pretendo retratar con esta columna, es la de un proceso continuo que no deja de crear nuestra realidad histórica, a partir del ‘triunfo’ de determinados discursos, conceptos y controversias que se han dirimido a lo largo de la historia.
Nuestro presente es consecuencia de todo lo que nos ha antecedido en historia, fenomenología y debates cuyos puntos y contraposiciones, siguen construyendo la vida diaria.
La forma en la que me gusta interpretar la realidad, es como la de un gordo quesillo que tiene hebras finas, delgadas y gordas. Este quesillo, lo conforman las ciencias exactas, las ciencias sociales e incluso las sofismas, dogmas, tradiciones e interpretaciones subjetivas que parecieran haber sido vencidas (o impuestas) por el espíritu occidentalista del progreso, ya conceptualizado por la dialéctica hegeliana.
Pero la realidad va más allá del carácter aparentemente vencedor de ciertos antagonismos y determinismos históricos.
III. Faber est suae quisque fortunae
Ahora haciendo un ejercicio de síntesis de la parte I y II de esta primera columna, mi actualidad histórica, es resultado precisamente de aquellos diálogos que me han antecedido quizá desde la secundaria, cuando me uní al primer modelo de Naciones Unidas en el que debatí (fui a casi 34 MUNs).
Yo quería ser director de cine, e incluso me sigue inspirando escribir guiones que busquen retratar realidades que no escapen al imaginario de nadie.
Pero me di cuenta que, a pesar de que no era quien más destacó en las premiaciones, tenía la capacidad de orientar el debate haciéndolo intrigoso, insidioso o yuxtaponiendo posiciones inconexas. Y más allá de orientar el debate, llevarlo hacia soluciones concretas.
Algo así como un caballero de la noche, sin crédito ni gloria, más que el triunfo del consenso de una aparente mayoría.
Adquirí lo que en San Pablo Xochimihouston, denominaron la capacidad de echarse a todos en mi contra al mismo tiempo. Producto de cierta incapacidad de ocultar o reprimir lo que siento o pienso.
Eso de que tu pecho no sea bodega es un asunto delicado (tanto política, como emocionalmente); pero que sabiendo manejar los sentimientos, emociones y circunstancias, te hacen liberar de pesos y rencores innecesarios.
En esa ocasión de la tertulia con Guillermo Almazán, le comenté a una amiga: “algún día nosotros estaremos ahí” (sic, 2013). Y no lo recordaba, de no haber sido que otro amigo con el que colaboré en cuestiones de activismo me dijo que le comenté casi lo mismo: “voy a ser director del Instituto Poblano de la Juventud” (sic, 2014).
Ten cuidado con lo que deseas, porque se puede convertir en realidad (OW).
Y heme aquí, cumpliendo la encomienda que me busqué dialécticamente hablando, y que me confirió el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta a quien estaré eternamente agradecido por la oportunidad de ser parte de su equipo de trabajo.
IV. Quam bene vivas referre, non quam diu
Ahora bien, en el camino de entender qué fregados es la juventud, puedo presumir el camino híbrido que he vivido: vivir en un barrio de la periferia, haber estudiado en una escuela burguesa y después la incursión en la diversidad de la universidad pública.
En ese camino he perdido a 10 de mis amigos contemporáneos, incluyendo a mi mejor amiga y mi mejor amigo.
Sin excepción alguna, he buscado que todos salgamos adelante, juntos. Si alguien se empieza a quedar en el camino, no he tenido regocijo en apoyar a la gente, amigos, vecinos y conocidos que así me lo han pedido.
Donde hay voluntad, hay método.
A la par de que los más de 15 trabajos que he tenido desde 2008, que ingresé a la universidad, me hizo conocer a personas muy valiosas y la gran mayoría de las juntas auxiliares del municipio.
A la par desde 2010, he recorrido con Andrés Manuel López Obrador cerca de 177 municipios.
Puedo decir que tengo un panorama muy general de las problemáticas y temáticas que conciernen a la juventud de todo el estado de Puebla. Aquellos fructíferos ejercicios dialécticos, han propiciado la política pública que hoy desde el Instituto Poblano de la Juventud, impulsamos.
Hemos creado un programa especial que da atención a las principales problemáticas de la juventud, dividido en cuatro temáticas: Desarrollo Integral de las juventudes, Desarrollo Económico, Juventudes líderes e innovadoras; y Juventudes y permacultura (por primera vez se incluye a la permacultura en un programa de gobierno).
Producto de ello, es el Programa Especial de Juventudes, que pueden consultar aquí:
V. Ubi concordia, ibi victoria
Ustedes se van, y yo me quedo aquí…
A quienes me conocen y tengo el privilegio de seguirlos teniendo en mi vida, saben que la causa que me ha movido en 11 años de activismo y militancia política, ha sido el tema de la juventud.
Muchos han elegido un camino de lucro, diferente al de ayudar y procurar los temas que competen a las juventudes.
Entiendo la carga de frustración, enojo, ira, estrés y decepción que tenemos todas las personas.
Lo que no comprendo es la innecesaria válvula de escape que hacen para canalizar toda esa negatividad, en personas que no son culpables de esos problemas.
Ojalá tuviera menos experiencia en la política para identificar el golpeteo político y sus remitentes.
A ustedes les digo que los quiero mucho.
En la retórica cuatroteísta: yo no tengo enemigos, tengo adversarios políticos.
En el imperio de las subjetividades, buscar actuar objetivamente, es la auténtica rebeldía.
VI. Gratiam
Agradezco a Fernando Castillo el espacio para escribir esta columna, un joven talentoso y con un futuro prominente en el periodismo poblano. Después de 5 años, es muy placentero volver a las letras.
Igualmente quisiera dedicar mi columna a dos maestros que se han vuelto importantes en mi vida: Alejandro González Roldán y Enrique Girón Zenil, grandes personas de quién estoy aprendiendo mucho.
Y en especial agradecimiento, a aquellos que siguen mi camino y a los jóvenes que continuamos inspirando a nuevas generaciones que queremos y estamos haciendo las cosas diferentes.