La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) reporta la variación de precios en los productos de la canasta básica del 15 de junio al 15 de julio, encontrando los siguientes aumentos: Cebolla (75%); Tortilla (33%); Galletas Marías (25%); Limpiador de pisos (21.74%); Jitomate (20%); Naranja (19.05%); Arroz (18.52%); Aguacate (18.18%); Frijol (16.67%); Papa (15.38%); Chile serrano (12.5%); Atún (11.11%); Aceite para cocinar (8.82%), entre otros.
En lo que va del 2021 hemos importado 23 millones de toneladas de maíz, frijol, trigo, sorgo, avena y arroz entre otros.
“Nuestra alimentación sigue dependiendo del extranjero, tan solo en el primer semestre de este año hemos pagado 7500 millones de dólares por concepto de importación de granos. Los granos que más importamos son el maíz amarillo y el frijol, esta dependencia exhibe nuestra fragilidad”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
La importación de gasolinas y gas natural complementan el elenco de los factores que nos debilitan económicamente, productos de carácter estratégico para garantizar el bienestar nacional; mucho de esto, más la sequía que flagela al campo, explica la escalada inflacionaria que vivimos.
“Los alimentos se encarecen constantemente y ponen en un mayor riesgo la alimentación y nutrición de la sociedad. Lo que hemos venido informando se confirma: hay un proceso de empobrecimiento alimentario en los hogares de nuestro país. Esto es la quintaesencia de nuestra fragilidad nacional: Hambre y Desnutrición”, explicó Rivera.
Nuestra dependencia de alimentos con el extranjero pone cada vez más en riesgo a nuestra Soberanía; la inflación anual de 5.4% recientemente reportada por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos es la más alta en los últimos 30 años en ese país. Es un ave de mal agüero para nosotros, aquí aplica la popular máxima: “cuando EU tiene un resfriado, México padece una neumonía”. Esto abre la posibilidad de una devaluación del peso y el subsecuente incremento en el costo de las importaciones (granos, gas natural y gasolinas). De concretarse este escenario adverso se colapsaría el frágil consumo nacional, de por sí, alicaído y abaratado.
Momentos difíciles para la economía global, de Norteamérica y, desde luego, México no está ajeno a esta realidad.
“Urge revisar las políticas públicas que se aplican en el campo por otras que, sin dejar de apoyar a los pequeños agricultores ofrezcan garantía a la vez, condiciones de inversión justas a la agricultura comercial. Tenemos que encontrar la cuadratura al círculo que nos permita levantar nuestra producción agrícola y reducir nuestras importaciones”, declaró Rivera.
¡De este tamaño es el reto y hay que asumirlo!
Un optimista no es otra persona que un pesimista bien informado. No es la intención de ANPEC, y nunca lo ha sido, asustar con el “petate del muerto”. Lo que nos ocupa es tratar de entender la realidad y su derrotero, por lo que lamentamos tener que pronosticar que se cierne sobre nuestra economía grandes nubarrones que anuncian tormenta.
Todo indica que la inflación seguirá su tendencia al alza en lo que resta del año y los precios de muchos de los alimentos seguirán aumentando. Dura perspectiva para las mesas de las cocinas de los hogares mexicanos.
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