Por María Flores
En 2020 hubo dos internos que se quitaron la vida en Centros de Reinserción Social (Cereso) del estado de Puebla.
La cifra representa un caso más del que se registró en 2019 y el año con más casos desde 2018, de acuerdo con el reporte dado a conocer por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
A través de su Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP), el organismo documentó en el país un total de 100 suicidios en cárceles estatales, de los cuales la mitad se concentró en 13 entidades.
Puebla es uno de los estados que sobresale por estos hechos ocurridos en penales, ya que la CNDH detectó que en 2019 un recluso se quitó la vida, mientras que el año pasado fueron dos personas.
Sin embargo, la tendencia fue nacional, ya que el incremento se dio en varias entidades, al pasar de 60 suicidios en 2019 a 100 en 2020, año en que se desató la pandemia de Covid-19, lo que significa que hubo un aumento de 67%.
Entre las causas que el organismo defensor de los derechos humanos estableció para el aumento de suicidios en cárceles mexicanas, fue que la pandemia pudo incrementar los problemas para la población recluida con falta de redes de apoyo, así como tener trastornos mentales o la abstinencia en el consumo de sustancias.