La Jornada de Oriente-Yadira Llaven Anzures
El día de ayer se llevaron a cabo dos asambleas en los municipios de Santa Isabel Cholula y San Jerónimo Tecuanipan, en donde campesinos y poblaciones en general acordaron rechazar la construcción del gasoducto Morelos en sus predios de cultivo.
La mayoría de los participantes, quienes se verán afectados por el paso de la tubería de gas en sus terrenos, dijeron que no quieren “un bombazo” en sus comunidades, como ya ocurrió con la explosión de ductos de Petróleos Mexicanos en el municipio de San Martín Texmelucan.
La primera asamblea se efectuó después de las 11 horas en Santa Isabel Cholula, donde medio centenar de labriegos se dio cita en las afueras de la iglesia principal para escuchar información sobre el gasoducto Morelos y decidir sobre la situación.
En la reunión se dio cita un grupo de campesinos de los municipios de Santa Isabel Cholula, pero además de las comunidades vecinas de San Andrés Calpan, San Buenaventura Nealtican, Juan C Bonilla, Tlamapa, San Lucas Tulcingo, San Juan Amecac y San Jerónimo Tecuanipan, quienes acudieron en solidaridad con el pueblo.
Mientras llegaba más gente al centro del municipio, algunos integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua Puebla, Tlaxcala y Moleros perifonearon por las calles principales de la localidad a fin de que los vecinos se enteraran de la situación y del ingreso de la tubería para la construcción del gasoducto en la localidad.
En ese momento un grupo de campesinas decidió trasladarse hasta el predio donde se almacenan los tubos para el gasoducto, donde exigieron al personal que ahí labora que presenten los permisos correspondientes, lo cual nunca sucedió.
En tanto, en el centro de Santa Isabel los labriegos acordaron rechazar la instalación del “proyecto de muerte”, y decidieron que el fin de semana se lleve una asamblea pública, con una convocatoria más amplia, para que determinen las acciones a seguir.
“Estamos en contra del gasoducto porque es una obra que afecta nuestra seguridad, y seguiremos insistiendo con autoridades de los tres niveles de gobierno que frenen esa obra que matará a todos”, dijo un sexagenario con voz cansada.
A pesar de las manifestaciones ciudadanas se confirmó que el alcalde Albino Espinosa liberó los permisos correspondientes a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para que se comience a construir la obra.
Dos horas más tarde, alrededor de las 14 horas, se desarrolló la segunda asamblea en el centro del municipio de San Jerónimo Tecuanipan, donde se arguyó que el gobierno estatal pretende que el gasoducto pase por un tramo de la localidad donde se han encontrado vestigios arqueológicos.
Los más de 50 labriegos que acudieron a la convocatoria expresaron su temor a la obra pero, sobre todo, reprobaron que el gobierno utilice al Ejército Mexicano para garantizar la instalación de la obra.
Durante el encuentro, los pobladores de Tecuanipan pidieron públicamente al alcalde Porfirio Aguilar Tlatécatl que no libere los permisos a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para poder evitar un conflicto social mayor en el pueblo.
En marzo pasado Aguilar Tlatécatl asistió a una reunión en Casa Aguayo donde la Secretaría General de Gobierno informó al presidente municipal de las “bondades” de la construcción del gasoducto Morelos.
En esa ocasión, según versiones periodísticas, el presidente municipal de Tecuanipan informó que durante el encuentro funcionarios de la SSG hicieron hincapié en que “la mayor preocupación del gobierno del estado es que no haya enfrentamientos” por la venta de los predios por los que la Comisión Federal de Electricidad tiene proyectado que pase el gasoducto.
De esta manera, indicó, la dependencia estatal ofreció participar como mediadora entre la paraestatal y los propietarios de los predios que pudieran ser afectados.