Aclamado por cientos de chicas que lo esperaban frente a su hotel, el actor Ryan Gosling fue la estrella este martes del Festival de Cannes, pero su filme “Lost River”, el primero que dirige, dividió a la crítica.
La oscura y sangrienta película, que fue presentada en martes en la selección oficial Una Cierta Mirada, con la seductora Christina Hendricks (“Madmen”), era una de las más anticipadas de esta 67º Festival, y una fila gigantesca se formó frente al teatro dos horas antes de la presentación.
Hubo abucheos y aplausos en la sala, tras la proyección de la película, una especie de metáfora rodada cerca de un pueblo sumergido en un río y en casas dilapidadas en las afueras de Detroit, que evocan el colapso de los bancos y el fin de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos.
Muchos críticos se lanzaron a las redes sociales para expresar su aprobación o rechazo, y algunos se interrogaban si el filme – que cuenta también en su elenco con Eva Mendes, novia de Gosling, que ejecuta danzas sangrientas en un sórdido club – figuraría en la sección oficial del festival más prestigioso del mundo si su director no fuera uno de los más cotizados actores de Hollywood.
A continuación la opinión de Peter Bradshaw, del diario británico The Guardian. “Si Ryan Gosling no fuera una estrella, nunca lo habrían dejado dirigir”, escribió el crítico de cine.
Scott Foundas de Variety dijo que era un caso de “aires de grandeza llevados al extremo”. Robbie Collin de The Telegraph la calificó como “asombrosamente mala”.
Casi todos los expertos coinciden en señalar que la ópera prima del actor canadiense de 34 años tiene ecos del cineasta danés Nicolas Winding Refn, que dirigió a Gosling en “Drive” – con el que el realizador ganó el premio a mejor director de Cannes, en 2011.
Es importante mencionar que el año pasado, Refn trajo a Cannes la violenta “Only God Forgives” (“Solo Dios perdona”), siempre con Gosling, que concursó en certamen por la Palma de oro y se fue con las manos vacías.
Con información de Milenio y Agencias.