Por Fernando Castillo
El gobernador Miguel Barbosa Huerta, confirmó que la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) clausuró el tiradero clandestino a “cielo abierto” de residuos tóxicos Covid-19 en Cuautinchán, por lo que su administración junto con la dependencia federal solicitará a la empresa Spesa incinere o saque los desechos sanitarios de esta bodega ya que podría provocar un foco de infección para los habitantes.
En conferencia de prensa matutina de este miércoles, explicó que la ya habló con la titular de la Profepa Blanca Lilia Mendoza, quien le explicó que ya presentaron una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) contra la empresa Spesa por el tiradero clandestino para que saque o en su caso incinere los residuos tóxicos de este predio, ubicado en Cuautinchán, localidad ubicada a 20 kilómetros de la capital poblana.
“Ayer hable con la procuradora de la Profepa Blanca Alicia Mendoza, vino de la Ciudad de México a clausurar un predio donde esta misma empresa tenía desechos en Valsequillo hace tres semanas, ahora apareció otro predio donde se tiran residuos. Ya se presentaron denuncias ante la Fiscalía General de la República por que la empresa recoge residuos de los hospitales y que no los incinera bajo los protocolos y reglas como debe de hacerlo”, sostuvo.
Expuso que la Secretaría de Salud del estado está haciendo lo propio con la aplicación de protocolos con la población que habita en la zona para evitar más contagios, además la Profepa vendrá a hacer otra inspección para solicitar a la empresa incinere los desechos sanitarios de la pandemia.
El mandatario estatal aseguró que el delegado en Puebla de la Profepa, de quien reservó su nombre ya fue despedido por tener vínculos con la empresa para tolerar esta bodega ubicada en esta localidad y que operaba de manera clandestina.
De acuerdo a un reportaje que hizo Televisa a nivel nacional, el predio pertenece a la empresa Spesa, una compañía que ofrece sus servicios de recolección de residuos peligrosos en Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Hidalgo, Oaxaca, Morelos, Yucatán, Campeche, y Quintana Roo. Su centro de almacenamiento en Puebla está colapsado, las cortinas metálicas de su bodega están a punto de caer por tanta basura COVID, también hay bolsas y contenedores acumulados en sus patios.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Profepa, clausuró la bodega el pasado 18 de mayo. Constataron que su almacén estaba saturado, que las “cajas de refrigeración no funcionaban” y que depositaron basura con sangre y otros líquidos corporales, “a cielo abierto sobre suelo natural”.