El Dr. Emilio José Baños Ardavín, Rector de la UPAEP, impone las insignias del Doctorado Honoris Causa en Ciencias Biológicas al Dr. José Rafael Vicuña Errázuriz, profesor investigador de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
El Dr. Emilio José Baños estuvo acompañado por el Lic. Juan José Rodríguez Posada, Presidente de la Junta de Gobierno; Lic. Martha Cruz Albo, Prosecretaria de la Junta de Gobierno; Mtro. Mariano Sánchez Cuevas, Vicerrector Académico; Mtro. Antonio Llergo Victoria, Secretario General; Mtro. Eugenio Urrutia Albisua, Vicerrector de Posgrados e Investigación; Mtra. Laura Contreras Mioni, Decana de Ciencias Biológicas y miembros de la comunidad universitaria, para imponer las insignias doctorales.
El Dr. Rafael Vicuña presentó su tesis doctoral “El Genoma Humano y su Manipulación”, en donde expresó “vivimos tiempos de hallazgos impresionantes que han corrido el cerco mucho más allá de lo que creíamos sería posible lograr en el laboratorio. Ejemplos notables de éstos son el advenimiento de las técnicas de la ingeniería genética, la clonación de mamíferos a partir de células adultas, el establecimiento de cultivos de células madre derivadas de blastocitos humanos, la inducción de células madre pluripotenciales a partir de células adultas y el desarrollo de la tecnología denominada CRISPR-Cas para editar el genoma de cualquier tipo de organismo”.
Manifestó, “las preocupaciones más frecuentes han sido las implicancias bioéticas de la aplicación de las nuevas tecnologías en seres humanos, así como el posible impacto en la biodiversidad cuando éstas son utilizadas con plantas y animales. Es así como, por ejemplo, existen regulaciones para el cultivo y el consumo de alimentos genéticamente modificados emitidos por la FDA en los EEUU y por la Comisión Europea en el viejo continente. Asimismo, los protocolos para la terapia génica y el uso de células madre embrionarias humanas, también están sujetos a una estricta supervisión”.
El Dr. Vicuña Errázuriz, subrayó que la edición de embriones humanos en ausencia de regulaciones formales constituye un claro ejemplo de que la ciencia avanza más rápido que la reflexión ética y la legislación, con la complicación adicional que, debido a las diferentes opiniones con respecto al estado moral del embrión humano, los acuerdos generales son difíciles de alcanzar. Es por ello que hoy, más que nunca, la comunidad científica debe ser consciente de su gran responsabilidad en cuanto a servir de guía a la sociedad con el fin de salvaguardar la dignidad humana.
Por su parte, el Dr. Solón Javier Garcés Eisele, profesor investigador del Decanato de Ciencias Biológicas dio respuesta a la tesis doctoral “El Genoma Humano y su Manipulación”, del Dr. José Rafael Vicuña Errázuriz y subrayó que es una tesis retadora, intensa en su contenido, llamativa por su relación con complejas controversias actuales y sobre todo provocadora de reflexión.
Dijo que el análisis de la relación genotipo – fenotipo no puede emanar de una relación de causa – efecto. “Tenemos que razonar desde el punto de vista de la teoría de sistemas complejos iniciada por Ilya Prigogine. Las mutaciones deben ser consideradas perturbaciones a las cuales el sistema se tiene que adaptar”.
El Dr. Garcés Eisele acotó, “científicos involucrados en el desarrollo de la tecnología CRISPR-Cas para la edición genómica, conscientes (casi todos) de la discrepancia entre la sencillez de la tecnología de un lado y la comprensión de los efectos del otro, de la discrepancia entre los avances vertiginosos de las capacidades técnicas en sus manos de un lado y de otro del rezago en su regulación legislativa, así como en el análisis profundo de las complejas implicaciones éticas, han llamado en dos conferencias a una autorregulación voluntaria excluyendo categóricamente la edición genómica en línea germinal para fines de “mejoras” y limitando su investigación para fines “curativos” sólo si se cumple con un conjunto de 10 condiciones entre las cuales se encuentra: inexistencia de alternativas razonables, enfoque a la prevención de enfermedades severas, conversión de genes únicamente a versiones prevalentes en la población asociadas a una salud ordinaria, etc. Muchos de esos términos quedan por supuesto por definirse”.
Enfatizó que las universidades han brindado desde la fundación de la Universidad de Bolonia en 1088 un hogar a los pensadores que cuestionan continuamente la sabiduría, abriendo un camino para el progreso científico, creando nuevas perspectivas a través de la reflexión y transformación.
Asimismo dijo que la ciencia cultivada libremente en el seno de la universidad impone una metodología estricta que enseña a la próxima generación cómo involucrar el conocimiento de manera crítica y ética.
Agregó, “como docentes, cada uno desde su área de especialidad, estamos llamados a contribuir presentando, difundiendo y permitiendo la comprensión de las limitaciones, oportunidades, peligros e implicaciones de esta y otras tecnologías de doble filo para que todos podamos participar de forma informada en la discusión sobre su futuro, tal como ha contribuido hoy atinadamente el Dr. Rafael Vicuña en forma de su excelente tesis doctoral”.
La Mtra. Laura Contreras Mioni, Decana de Ciencias Biológicas de la UPAEP, habló de la trayectoria del Dr. José Rafael Vicuña Errázuriz, quien es profesor titular de la Pontificia Universidad Católica de Chile, de la cual ha sido Vicerrector Académico y Decano de la Facultad de Ciencias Biológicas.
Asimismo, obtuvo el título de Bioquímico en la U. de Chile (1972) y el PhD en Biología Molecular en el Albert Einstein College of Medicine, Nueva York (1978).
También es miembro de número de la Academia Chilena de Ciencias, de The World Academy of Sciences (TWAS), de la Academia Pontificia de Ciencias y del Consejo Pontificio de la Cultura, entre otras.
Además, es autor de más de 100 publicaciones científicas en el campo de la enzimología y la expresión de genomas de hongos y bacterias y de unas 50 publicaciones en temas de ciencia y sociedad. Últimamente ha concentrado su interés en temas de ciencia y religión.