Jaime López Blanco
¿Cuánto tiempo pierde la gente al transportarse a su trabajo, en especial si éste se halla a varios kilómetros de distancia? ¿Qué actividades deja de lado por ello? ¿Cuáles son los sacrificios personales y emocionales que padece por ganarse la vida?.
Dicha serie de preguntas constituye la premisa principal de “Rush hour”, la nueva película de Luciana Kaplan, que este día se estrena en 24 pantallas del país, incluyendo Puebla.
Entrevistada por este reportero, la también orquestadora de “La revolución de los alcatraces” coincidió que su nuevo filme plantea una situación con la que se identifica plenamente: la experiencia de residir en una ciudad caótica y con mala planeación urbana como es el caso de la CDMX, en donde se puede perder mucho tiempo con tan solo realizar un trámite.
“Esto habla de un tipo de sociedad, de planeación urbana; nos debemos de preguntar si estamos felices con las ciudades que hemos creado, porque de alguna manera las hemos creado todos (…) Se pierden demasiadas horas en cosas que lo podríamos aprovechar de otro modo”, mencionó.
Reconoció que una de las intenciones de su filme era mostrar cómo la mala movilidad es un problema que alcanza a países de primer y tercer mundo. “Por eso escogí esos países (Estados Unidos, Turquía y México), no es una cuestión de clase o de género.
Obviamente, creo que hay niveles, hay personas a las que les afecta más, pero en general creo que en cualquier ciudad grande vamos a encontrar esta problemática” Y dijo que una de los elementos en común de los tres personajes que aparecen en su cinta es el desgaste emocional al que están expuestos, ya sea por no estar con sus seres queridos, ya porque no pueden hacer otras cosas.
Respaldado por una estupenda manufactura fotográfica, “Rush hour” se erige como un legado punzante y honesto, con el que muchos connacionales pueden empatizar, el cual revela un mal que muchos gobiernos han ignorado. Igualmente, retrata otro tipo de lamentables circunstancias que sufren las usuarias del transporte público tricolor: la violencia de género.
Búsquela este fin de semana antes de que los blockbusters estadounidenses la saquen de cartelera.


