El coordinador en Ciencias Políticas de la Universidad Iberoamericana en Puebla, Miguel Calderón Chelius, consideró que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), tiene “muchas posibilidades de perder” en los próximos comicios para la gubernatura en 2018, debido a que en Puebla y a nivel nacional no tiene figuras competitivas que restablezcan la credibilidad del partido tras los escándalos de corrupción en los que han sido envueltos diferentes personajes del tricolor -por referirse a la figura presidencial tras la compra de la Casa Blanca en Lomas de Chapultepec y la investigación que lleva a cabo la PGR contra el gobernador con licencia de Veracruz, Javier Duarte-.
En entrevista el catedrático del sistema universitario jesuita, apuntó la elección del Estado de México que se realizará en 2017 para suceder a Eruviel Ávila, será fundamental para ver si el PRI realmente tiene fortalezas o debilidades; sin embargo, dijo que en Puebla el tricolor estará muy en desventaja ante el escenario nacional político “complejo” y el haber perdido la gubernatura en dos ocasiones ante las megacoaliciones que conformó el Partido Acción Nacional (PAN).
“Creo que el PRI tiene muchas posibilidades de perder la elección para 2018 en Puebla, incluso contra un candidato que no sea de Acción Nacional. Si el panorama nacional la candidatura de Andrés Manuel López Obrador se fortalece, seguramente va a realzar la elección estatal, sí por el contrario el PRI lanzará una candidatura competitiva a nivel nacional podría favorecer y fortalecer al PRI estatal pero lo veo muy muy difícil que logre posicionarse”, sostuvo.
Calderón Chelius, previó que habrá candidaturas nacionales con figuras “muy competitivas” como es el caso del Movimiento de Regeneración Nacional (Moena) a cargo de Andrés Mauel López Obrador que sabe trabajar muy fuerte y por tanto impactará en Puebla, lo que generará que el Revolucionario Institucional este en desventaja ante los próximos comicios en los que se renovarán el poder ejecutivo, federal, estatal, Senado de la República, diputados federales y locales, además de 217 presidencias municipales.
Subrayó que cuando existen expectativas de “triunfo” al interior de un instituto político hay disciplina y acortamiento pero cuando estas se ven complejas se “fragmentan” y los intereses particulares tienen mayor peso, pero hasta el momento dijo que al interior del PRI a nivel nacional y local no hay un candidato que genere expectativas de triunfo para aglutinarlos y poder ganar en los comicios de 2018.
“EL PRI va a tener mucha dificultad para procesar candidaturas en todos los niveles por enormes disputas internas y sino logran resolverlo va a contribuir a lo que parece dislumbrarse como debacle electoral y política muy fuerte para el PRI en 2018”, concluyó.