La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fue destituida por votación del Senado, en un proceso de juicio político en el que 61 de los 81 senadores votaron a favor de que la jefa de Estado reelecta en 2014 pierda su mandato.
Tras una semana de sesiones maratónicas, más de dos tercios del Senado quórum necesario para aprobar el impeachment votó a favor de la destitución de Rousseff, al entender que cometió un crimen de responsabilidad y, por lo tanto, infringió la Constitución en el manejo de las cuentas públicas en 2015.
Rousseff será ahora notificada del resultado y esta misma tarde el presidente en ejercicio, Michel Temer, tomará posesión como nuevo jefe de Estado de la mayor economía de América Latina hasta 2018.
La decisión supone el fin de un trámite que comenzó en diciembre pasado en el Parlamento y fue supervisado en cada uno de sus pasos por la Corte Suprema, como garante constitucional de un juicio que Rousseff, condenada por graves irregularidades fiscales, califica de “golpe”.


