El catedrático de Ingeniería Civil del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Alejandro Pérez Villaseñor, afirmó que ante el derrame de combustible en la Autopista México-Puebla ocasionada por chupaductos, los terrenos podrían quedar infértiles por varios años, además de causar un deterioro en el subsuelo e incluso dañar los mantos acuíferos.
En entrevista para Controversia Puebla, urgió a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a la “remediación” del suelo.
El académico del ITESM apuntó que el derrame de hidrocarburo en esta demarcación, provocará una afectación “grave” para el ecosistema de las hectáreas afectadas pues los cultivos de esta temporada se perderán, al tiempo de prever que a futuro este mismo escenario continuará, debido a que el derrame de combustibles dejará “deterioradas” las tierras. Agregó que incluso si los propietarios del predio quisieran vender el terreno debido a las afectaciones, simplemente el precio del mismo bajará considerablemente.
“Los terrenos afectados por el combustible robado, lo más probable es que los cultivos se pierdan pues es una cuestión inevitable y habría que ver como Pemex y la Semarnat trabajan en la ‘remediación’ del suelo o si retiran algunas capaz de tierra para ver si hay sustitución por un sustrato de otro tipo ya que podrían quedar sin alguna actividad agrícola. La Los cultivos de esta temporada ya se perdieron y la afectación es grave a futuro se seguirán perdiendo”, sostuvo.
En este sentido, Pérez Villaseñor, dijo que mientras no haya una investigación de los presuntos responsables del robo de combustibles, la remediación de los terrenos correrán a cargo de la paraestatal.
Enfatizó, que las autoridades deben tomar cartas en el asunto de manera “urgente” pues se no ser así los grupos organizados continuarán con la ordeña a los ductos de Pemex de manera desmedida y continuarán las afectaciones “graves” a los campos poblanos.
Agua podría ser contaminada y causar daños a la salud
Pérez Villaseñor, agregó que tanto las especies animales como vegetales alcanzados por el combustible regado en el terreno podrían tener problemas graves de “toxicidad” e incluso podrían “morir” debido a que el aceite se pega en el cuerpo de las “criaturas” y les impide automáticamente la movilidad por los gases que se desprendieron.
Explicó que la paraestatal debe revisar si existe algún cuerpo de agua subterráneo o manto freático que pasara por la zona y que en un momento pudiera haber sido afectado por el combustible regado en la zona de Cuautlancingo, Coronago y Santorum, sobretodo porque en esta zona todavía de éstas comunidades utilizan el agua de pozo y si se llegará a filtrar el combustible podría poner en riesgo la salud de las personas.
Pérez Villaseñor, apuntó que a pesar de que el derrame de diesel no fue tan grande en comparación como el del Golfo de México que se suscito hace unos años, enfatizó que “una gota de aceite puede contaminar hasta 100 litros de agua” y por tanto en caso de que el combustible llegará a un manto freático si pudiera impactar a los pozos, ríos y riachuelos donde su agua en ocasiones es ocupada para el riego del campo e incluso para consumo humano.


